Córdoba | EFE 21/03/2006

El Ministerio Público sostiene que los dos acusados, dedicados a la construcción de piedra franca y chino cordobés, conocían la naturaleza de los restos extraídos.

Córdoba | EFE 21/03/2006

El Ministerio Público sostiene que los dos acusados, dedicados a la construcción de piedra franca y chino cordobés, conocían la naturaleza de los restos extraídos.

El Ministerio Fiscal ha solicitado penas que suman cuatro años de prisión para S.V.L. y M.V.A., que se dedican a la construcción de obras de piedra, por un delito contra el patrimonio supuestamente cometido al sustraer restos de época romana y califal para realizar la puerta de una finca.

El fiscal afirma que en diciembre 2004 se ordenó una intervención arqueológica de urgencia en las manzanas 18 y 19 del Plan Parcial PAM M-12 de la capital cordobesa. De esta forma, la empresa promotora presentó el preceptivo proyecto de actividad arqueológica, que fue autorizado por la Dirección General de Bienes Culturales en diciembre 2004.

Sillares romanos y restos califales

Posteriormente, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico emitió un informe proponiendo un seguimiento arqueológico del proceso del desmonte de las estructuras ante la importancia de los restos existentes en el solar, donde se había constatado la presencia de grandes sillares romanos junto a otras estructuras y vías de la época califal y pos califal.

El arqueólogo encargado de la vigilancia de esta actuación denunció el 5 de mayo 2005 a ambos acusados, que, según el fiscal, «puestos de acuerdo y en acción conjunta habían sustraído en la manzana 18 gran cantidad de piedras calcarenitas de los muros del yacimiento sin autorización ni de la empresa propietaria ni de la Delegación de Cultura». Esta actuación originó «daños de incalculable valor» en el yacimiento.

Destaca el fiscal que ambos acusados se dedican la construcción de piedra franca y chino cordobés y que tienen, por tanto, pleno conocimiento de las características de las piedras que sustrajeron. Añade además que los restos sustraídos fueron utilizados en una obra que realizaban en una finca del Camino de la Caballera de Trassierra, colocándolos «en la puerta de acceso a la finca».