María Toraño | Llanes (Asturias) www.lne.es 16/11/2011

El profesor jubilado de Latín Vicente Alonso Sánchez, «don Vicente», se doctora con sobresaliente en Filología Clásica con una tesis escrita a mano.

Dicen que el saber no ocupa lugar y cuando se conoce la historia de Vicente Alonso Sánchez, «don Vicente» para sus ex alumnos, se puede añadir que tampoco entiende de edades. Este profesor de Latín acaba de doctorarse con 71 años en Filología Clásica. Presentó su tesis escrita a mano y se levó un sobresaliente. «Cuando me jubilé hace seis años me sentí caer al vacío, no podía estar sin hacer nada», confiesa. Así que se matriculó en la Universidad de Educación a Distancia (UNED), se sacó los cursos de doctorado y escribió una tesis titulada «Asturiensis Regni veterrima documenta: los más antiguos documentos del Reino asturiano», dirigida por el profesor Francisco Calero Calero.

El pasado 27 de octubre don Vicente se desplazó a Madrid para defender su trabajo ante un tribunal compuesto por catedráticos de diversos puntos de España y «todos más jóvenes que yo», destacó el profesor, que impartió clases en el Instituto de Llanes, en Ribadesella, Badajoz y Cabezón de la Sal, donde se jubiló. Alonso nació en la localidad riosellana de San Esteban de Leces, aunque su relación con el concejo llanisco siempre ha sido muy estrecha, pues allí reside y su madre fue maestra de San Roque.

La tesis doctoral arranca en el año 737, con las inscripciones de las lápidas de la capilla de la Santa Cruz de Cangas de Onís, y llega hasta documentos del siglo X. «Se conserva muy poco de esas épocas y tuve que traducir libros que no se ven en la carrera y aún no estaban en castellano», explica. En su recorrido por las menciones más antiguas al Reino de Asturias recoge inscripciones en «soporte duro» -como las lápidas de la capilla del rey Casto, de Moreda de Aller o de Tineo- y textos -escrituras de propiedad, ventas, la fundación de la catedral de Oviedo o herencias- asturianos, gallegos y cántabros.

Alonso reconoce que «investigar el pasado es como una droga». Por eso tiene el piano del salón un tanto abandonado. «Fui organista de la basílica de Llanes y muchas veces leía textos de latín mientras tocaba porque me sabía las partituras de memoria», recuerda. «El latín, más que una profesión, es una pasión desbordada», indica. La tesis no ha sido su único trabajo en estos años de jubileo, ya que tiene pendiente la publicación de una monografía sobre la elegía latina y ha comenzado a escribir una historia de la literatura, desarrollada por materias en lugar de por orden cronológico.

La tesis doctoral de don Vicente está manuscrita y así la presentó al tribunal, que destacó la validez de su trabajo, en el que también se incluyen reproducciones de algunos de los pergaminos o lápidas citados. La única pega, por la que no le concedieron la calificación cum laude, fue la ausencia de mapas con las indicaciones geográficas de los lugares que menciona.

Uno de los jueces, que no conoce Asturias, «se quedó tan encantado con las explicaciones que me dijo que vendrá pronto de visita», aseguró don Vicente, para quien el latín «no está desfasado por mucho que digan».

FUENTE: http://www.lne.es/oriente/2011/11/16/llanes-doctor-71-anos/1157418.html