Luis López | Vitoria www.elcorreo.com 17/07/2010

El hallazgo se produce sólo dos días después de iniciarse la excavación en un área aún no estudiada.

Apenas dos días después de que hayan arrancado los trabajos previos en una nueva área de excavación del yacimiento alavés de Iruña Veleia ya ha emergido un patio porticado, una casa y un muro de época romana. Estaban ahí, entre 30 centímetros y un metro de profundidad, desde hace dos mil años.

El descubrimiento marca el inicio de una nueva etapa para el principal yacimiento romano de Euskadi, castigado por la polémica desde finales de 2008. En aquel mes de noviembre, una comisión de investigación, impulsada por la Diputación alavesa, determinó que eran falsos los supuestos hallazgos extraordinarios de los que presumía el anterior director de la excavación, Eliseo Gil. Desde entonces el conjunto arqueológico permanece cerrado al público y con apenas actividad investigadora. En la arena judicial, está abierto un proceso contra Gil en el que la entidad foral le acusa de delitos contra el patrimonio y estafa.

Con este escenario de fondo, el pasado martes comenzó a retirarse por medio de una excavadora la capa superficial de tierra de una finca al sur del oppidum. El objetivo era preparar el terreno para que los arqueólogos iniciasen la investigación en esta nueva zona. Y allí, desde el jueves, ya son visibles las plantas de un patio porticado, una casa romana y un muro de aquella época, según reveló a EL CORREO el actual director de la excavación, el arqueólogo Julio Núñez.

Sin embargo, la controversia persigue a este yacimiento. La plataforma SOS Iruña Veleia, afín a Eliseo Gil y defensora de la autenticidad de sus supuestos hallazgos extraordinarios, presentó ayer ante el juzgado de guardia una denuncia contra los nuevos trabajos. A su juicio, la utilización de una excavadora ha provocado «graves destrozos» en el patrimonio arqueológico. En especial, se refieren a que la máquina ha abierto una zanja que en algún punto supera el metro de profundidad, cuando el plan director establece que será de 50 centímetros. Además, esta manera de proceder «elimina estratos arqueológicos y materiales muebles asociados». Por eso, piden al juez que paralice de urgencia los trabajos.

Desde la Diputación alegan que se está siguiendo el procedimiento habitual y que en todo momento la excavación está siendo controlada por arqueólogos. Además, recuerdan que el propio Eliseo Gil se valió de camiones y excavadoras hasta en cinco ocasiones.

Distintos niveles
La cuestión es: ¿se está incumpliendo el plan director al superar la zanja cavada por medios mecánicos la profundidad de medio metro? Julio Núñez explica que el documento recoge la media a excavar en una zona. «Se avanza en función de lo que encontramos: en algún punto sólo se ha llegado a los 30 centímetros y en otro se ha superado el metro», dice el director de la excavación. Y niega de plano que se haya producido ningún daño.

En esencia, lo que se está haciendo es retirar «la capa removida por siglos de cultivos que no tiene información histórica», ya que en ella se mezclan fragmentos datados entre el siglo I y el XIX. Por debajo, en la siguiente unidad estratigráfica, está el terreno que no ha sufrido variaciones en siglos y, por lo tanto, donde encontrar información arqueológica interesante. ¿Cómo saber dónde empieza esta capa? ¿Cómo asegurar que la excavadora no va a ir más allá de donde debería? «La tierra es de un color diferente. Cuando se llega a una nueva capa estratigráfica dejamos de excavar por medios mecánicos», revela Núñez. Un grupo de arqueólogos vigila los trabajos y paran las máquinas cuando emerge cualquier indicio.

Los técnicos ya trabajan manualmente en la zona, que podrá ser visitada a partir del miércoles, cuando Veleia se reabrirá al público.