Á. Serrano | Valencia www.levante-emv.com 20/04/2011
Luis Tosar encarnará al cónsul fundador de Valencia.
En el año 138 a. C., el cónsul romano Décimo Junio Bruto licenció a sus hombres tras una campaña y les cedió una isla en la desembocadura del río Turius a la que llamó Valentia Edetanorum. ¿Les suena? Pues bien, ahora la historia de Junio Bruto se convierte en una superproducción gallega sobre la campaña del cónsul por esas tierras. La protagonizará Luis Tosar.
La historia y la leyenda sobre Décimo Junio Bruto se solapan, como suele ocurrir cuando se trata de personajes así. Dicen que en el siglo II a. C., el cónsul dirigía a una legión por Lusitania, la actual Portugal. Al viajar hacia el norte, se encontraron con el río Limia. Los soldados se negaron a cruzarlo porque creían que era el legendario Lethes, el río del olvido. Décimo Junio Bruto lo cruzó el primero y desde la otra orilla demostró que no había olvidado nada. Comenzó entonces la conquista de la actual Galicia, llena de tribus de belicosos celtas. España siempre ha sido un país de rebeldes, y hace dos mil años la situación no era muy distinta: los celtas se enfrentaron al cónsul en varias ocasiones. Sus guerras contra ellos le valieron el apodo de «Galaicus».
Precisamente ese será el título de la primera superproducción gallega, impulsada por el ganador de tres Goya Luis Tosar y por Farruco Castromán, con guión de Rubén Riós, que empezará a rodarse dentro de más o menos un año. Será la primera vez que Décimo Junio Bruto aparezca en el cine. La historia, sin embargo, será posterior a la fundación de Valentia, es decir, Valencia. Poco se sabe del argumento. Lo que está claro es que la cinta se ambientará con toda seguridad en torno al 137 a. C. El guión de Riós nació como una idea para un cortometraje del joven realizador, pero finalmente se ha convertido en algo mucho más grande. Precisamente por eso, ha declinado dirigir la película. Parece ser que ya en territorio celta, en la actual Galicia, uno de los comandantes de Décimo Junio, Máximo, mata al príncipe galaico Vetilo. Cuando Ambala, la viuda, va a reclamar el cuerpo, aparece el amor. La película, por tanto, tendrá amor, acción y épica, pues todo parece indicar que recreará grandes batallas entre los romanos y los celtas. La cinta ya ha sido bautizada como el «Braveheart» gallego, y para garantizar el rigor histórico de la producción, habrá un comité científico del que forman parte investigadores como José María Luzón, catedrático de Arqueología en la Universidad Complutense de Madrid, o André Peña Graña, doctor en Arqueoloxía e Historia Antiga por la Universidade de Santiago.
Aportaciones institucionales
Habrá ayuda económica de la Diputación de Ourense, que ha comprometido una aportación de 250.000 euros, del Concello de Ourense, con 150.000, y del de Xinzo, con 50.000. Además, también será financiada por la Axencia Galega das Industrias Culturais. Tosar ya cuenta con el apoyo de distintos colectivos del Arde Lucus de Lugo y de la asociación Civitas Limicorum de Xinzo de Limia (Ourense), organizadora de la Festa do Esquecemento. «Es que hay una gran batalla en la que participan más de 1.000 personas. Estas asociaciones nos ayudan como extras y con el vestuario», adelantó Castromán.
Será el pequeño tributo del cine al fundador de Valentia, la ciudad que nació en una isla fluvial del Turia y tuvo su primer asentamiento en lo que hoy es la plaza de la Almoina, lugar en el que las posteriores civilizaciones superpusieron sus construcciones. El museo histórico municipal sito en la citada plaza tiene más respuestas.
Cuatro millones de euros… para empezar
El proyecto, que fue presentado el pasado lunes en Ourense, contará con una financiación inicial de 4 millones de euros, pero que podrán ser ampliados si el proyecto lo requiere. Tosar, una de las figuras más destacadas del cine español actual, no reparará en gastos. «Es más ambiciosa que el cine de autor porque gira en torno a la identidad de Galicia, que es lo que está en el origen del proyecto», aseguró el galardonado actor. «Nuestro deseo es retratar una época y unos hechos que ocurrieron mezclados con leyendas gallegas», explicó Tosar durante la presentación.
Josep Vicent Lerma | Valencia www.levante-emv.com 20/04/2011
Y LUIS TOSAR FUNDÓ VALENTIA
Décimo Junio Bruto, además de la denominación oficial de una desmemoriada plaza del cap i casal, aún sin rótulo metálico reglamentario, de diseño giboso, que muy pocos del vecindario sabrían ubicar realmente junto a la medieval de la Almoina, de nada recomendable traducción al valenciano, es el nombre del cónsul de la hispana provincia Ulterior, que en el año 138 a. C. fundó contra todo pronóstico en la distante demarcación Citerior la ciudad de Valentia, en el corazón del ancestral territorio ibérico, para asentar en ella a los soldados licenciados de las guerras sertorianas —mejor olvide el lector el peplum televisivo Hispania—, según relata el famoso historiador Tito Livio y reproduce grabada a cincel en la piedra desnuda, la ahora maltrecha losa conmemorativa fundacional de la Plaza de la Virgen, revival barroco postrero del arquitecto municipal Emilio Rieta: «D. Ivnivs Brutus cos. in Hispania, is qui sub Viriatho militaverant agros et oppidum dedit, quod vocatum est Valentia».
Hito originario al que en estas mismas páginas ya dedicamos el artículo «Dos mil ciento cincuenta años (MMCL) de Valencia» (Levante-EMV, 17-04-2010), animando en la medida de nuestras posibilidades a las fuerzas vivas valencianistas a la celebración comunitaria de tan fausto evento en el próximo año olímpico 2012. Horizonte en el que encajaría como anillo al dedo la superproducción gallega a protagonizar por Luis Tosar, precisamente encarnando a este mismo magistrado romano, que para sorpresa de muchos valencianos de a pie portaba como sobrenombre latino el de «Galaico», por sus victorias sobre los celtas «gallaeci», después de vadear el mitológico río del olvido Lethes (hoy Limia) en su expedición a los confines del mundo entonces conocido.
Sin embargo la Valencia de los edetanos no es la única urbe cuyo nacimiento se relaciona con Junio Bruto, pues también se le asocia con el origen de Brutobriga, probablemente en el lejano Cerro de la Botija de Villanueva de la Serena (Badajoz). Problemática histórica en la que no conviene olvidar las lecciones de la profesora Mª. José Pena, sobre el hecho de que las emblemáticas acuñaciones monetales valentinas, con el cuerno de Amaltea y los rayos jupiterinos, parecen inspiradas en la iconografía de un célebre denario de Quinto Fabio Máximo Eburneo del año 127 a.C., por lo que finalmente la puesta en marcha de la colonia latina fundada a orillas del Turia pudo ser en realidad una «cosa de familia», en este caso de la familia (gens) Fabia y los veteranos de los ejércitos sustentados económicamente por sus aristocráticos miembros, en cumplimiento de los designios del cónsul «Gallaecus».
Por todo ello y ahora que los hornos de fundición vuelven a echar chispas para conformar la figura en bronce de Juan Pablo II, nos atrevemos a recuperar la idea de la escultura del romano fundador de nuestra urbe, acompañado de la icónica groma de agrimensor, por qué no a falta de mejores rasgos conocidos, con los del noble actor gallego de «Los lunes al sol».