Celia Herrera | Mérida www.hoy.es 10/06/2007

El afamado arquitecto ha comenzado a trabajar en la redacción del proyecto, que se basará en la memoria de necesidades planteadas por el Museo. Está previsto que el Ministerio presente oficialmente los detalles de la nueva obra a finales de junio.

El arquitecto Rafael Moneo ha vuelto a poner sus ojos en la que fue su primera gran obra, según siempre ha confesado, el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. El Ministerio de Cultura le ha encargado oficialmente la redacción del proyecto de ampliación de este edificio, y ya se ha puesto manos a la obra, según confirman diversas fuentes.

El primer paso ha sido estudiar la memoria de necesidades que han redactado técnicos y responsables del propio Museo Romano, y que también se ha ido perfeccionando con el tiempo debido a los sucesivos retrasos que ha sufrido el proyecto, cuya terminación se fijó para el ejercicio 2005-2006.

En 2005 ya se empezó a hablar del horizonte de 2009, y se fijaba en los Presupuestos Generales del Estado del 2006 una partida de 800.000 euros para la excavación del solar en la que se levantará la ampliación y la redacción del proyecto arquitectónico.

Presupuesto creciente

La ampliación del Museo Romano también ha experimentado notables aumentos en su presupuesto. De los 7,2 millones de los que se anunciaron en el 2001, se pasó en el 2006 a hablar de casi 10 millones.

En este presupuesto hay que incluir los 1,6 millones de euros que costó la compra del edificio de viviendas anexo al Museo, que se derribó para poder aprovechar esta superficie, y también el coste de la excavación arqueológica que se realizó en el solar. Los restos encontrados se integrarán en el proyecto, al igual que se hizo cuando se construyó el Museo hace 20 años.

Lo único que no se ha modificado en todo este tiempo, ni siquiera a pesar de los diferentes cambios de gobierno y de titulares al frente del Ministerio de Cultura, ha sido el nombre que se barajaba para diseñar la ampliación del edificio. Siempre se habló de Rafael Moneo, el arquitecto que lo creó y que lo consagró como el afamado profesional que ahora es.

La memoria de necesidades que han redactado los responsables del Museo incluye aspectos relacionados con la escasez de espacios para abordar actividades culturales y de investigación, dos áreas en las que el centro museístico ha crecido en los últimos años, y para las que no cuenta con instalaciones adecuadas.

Por ejemplo, se quiere un salón de actos más amplio y más cómodo que el actual, una sala de exposiciones temporales más grande, espacio para los investigadores y el personal, ahora constreñido en minúsculos despachos, y salas para el desarrollo de actividades culturales y didácticas.

La memoria de necesidades, que incluye la propuesta de construcción de una planta más encima del área de la sala de exposiciones temporales, también baraja la posibilidad de que se abra una nueva puerta en la parte trasera del Museo Romano con el objetivo de que las personas que sólo estén interesadas en visitar la exposición temporal no tengan que pagar la entrada que se vende en la puerta principal del centro museístico, por la que se accede a toda la colección.

En la misma línea

Respecto a la forma en la que Moneo abordará la ampliación del Museo, el director del mismo, José María Álvarez, comentó que probablemente realizará un proyecto que respetará la imagen actual, sin introducir novedades que rompan la estética del edificio. «Conociéndolo como lo conozco, hará un proyecto que continuará en la línea de la fachada», auguró.

Se prevé que el Ministerio de Cultura presente oficialmente el proyecto de ampliación a finales de junio o principios de julio, casi coincidiendo con la inauguración de una exposición dedicada a la ingeniería romana, ‘Artifex’.

También se prevé que el arquitecto Rafael Moneo visite Mérida por esas fechas, cuando regrese de uno de sus numerosos viajes a Estados Unidos.

En la actualidad, Moneo está desarrollando dos proyectos en Mérida, el ya mencionado de la ampliación del Museo Romano, y la construcción de la nueva sede de la Confederación Hidrográfica de Mérida en otro entorno monumental, justo al lado del Circo Romano. En este proyecto colabora el emeritense Rafael Mesa.