www.elconfidencial.com 14/12/2011
Una escuela enseña a luchar como en la antigua Roma.
En Alemania la última moda entre los contables y los banqueros es, cuanto menos, peculiar. Una escuela de gladiadores arrasa entre los trabajadores de cuello blanco, que encuentran en la lucha cuerpo a cuerpo una forma de desestresarse y desconectar al salir de la oficina. Siguiendo la moda de las actividades en grupo para liberar la mente (paint-ball, paracaidismo, carreras de coches…), estos alemanes han decidido cambiado las salchichas y la cerveza por el puñal y las sandalias.
Y cuidado, no es una mera recreación de adorno, muchos de los que acuden a los entrenamientos y las peleas acaban con serios moratones y dolores musculares, e incluso, en algunos casos, con narices y labios rotos.
Estos originales cursos de gladiador han sido ideados, como explica el Sunday Times, con la ayuda de historiadores que colaboran para que la pelea sea lo más parecida posible a cómo se hacían en el antiguo imperio romano y combinan la enseñanza de artes marciales con la práctica en el manejo de hachas de batalla, espadas, puñales y lanzamiento de redes.
En el nivel principiante los participantes usan espadas de madera que son reemplazadas con espadas reales y contundentes cuando alcanzan un nivel suficiente para prevenir daños serios.
“Queremos recrear la auténtica experiencia del gladiador perfeccionando las mismas técnicas que utilizaban y con los mismos accesorios, asegura Jan Krüger, un actor y boxeador que ha descubierto su pasión por lo que él considera un “deporte al límite”.
Para aquellos que no quieres que se les rompa la nariz o temen luchar con espadas la escuela ofrece también cursos light con entrenamiento sin combate.
Lucha e Historia, todo en uno
Además, el paquete incluye lecciones sobre la antigua Roma y la historia de las luchas de gladiadores, aunque Krüger admite que la mayoría de los participantes está más interesada en vestirse con el traje de gladiador y saltar a la arena a cumplir un sueño que muchos tuvieron en la infancia, inspirados por la película protagonizada por Russel Crowe.
“Lo que estamos haciendo aquí es fiel a la historia”, dice Krüger. “Películas como Gladiator son muy poco certeras hablando, por ejemplo, de los términos utilizados en lucha, o incluso con las vestimentas de los luchadores”.
Aunque algunos de los gladiadores pueden parecer algo grotescos vistiendo las túnicas romanas y las zapatillas de deporte, atraen mucho el interés de los turistas y a los alemanes les guste verles en plena actividad sobre la arena. “A veces se ríen de nosotros, pero esto es lo que yo llamo un contacto deportivo al límite, aunque uso la palabra ‘deportivo’ con cautela”, dice Krüger a The Sunday Times. “Los moratones y las narices rotas son parte del trato. Pero luchamos honrosamente, tal y como lo hicieron los verdaderos gladiadores”.
Éste podría ser un es un ejemplo más de la necesidad de los trabajadores de relajar su cuerpo y su mente después del trabajo. El abanico de actividades que en los últimos años se ofrecen para que los trabajadores compartan tiempo de ocio con sus compañeros de empresa es francamente variado: desde catas de vino, excursiones culturales o rafting y rutas en 4×4, para los más atrevidos, las actividades corporativas para los empleados son un nuevo fenómeno emergente.