Históricamente, los estudios de ciencias han tenido más salidas que los de letras, pero en un contexto cambiante y cada vez más digital, se requieren perfiles más completos y versátiles
Romina Vallés www.elconfidencial.com 28/12/2021
Especialista en robótica y ‘machine learning’ y experto/a en antipiratería son algunas de las profesiones más demandas en el mercado laboral, pero también emerge con fuerza el perfil de humanista digital y, quizá sorprendentemente para muchos, experto en ética o lingüista computacional, donde se unen las ciencias y las letras. ¿Qué puede ofrecer al mercado laboral ‘tech’ alguien con formación en letras en estas áreas? Históricamente, las letras han estado abocadas a un segundo plano en cuanto a número de salidas profesionales; a día de hoy, todavía son muchos los que consideran que es así.
Sin embargo, en un mundo en constante cambio y que requiere respuestas ágiles, una de las claves para asegurar la supervivencia de las empresas y equipos es la comunicación. Todo lo que decimos, el cómo y la cantidad de información que emitimos tienen también su ciencia. De este modo, el talento cualificado va más allá y un ejemplo de ello es la lingüística computacional, que está creando oportunidades laborales impensables hasta hace pocos años.
¿En qué consiste esta profesión? Pues bien, las empresas que trabajan con inteligencia artificial necesitan, además de los perfiles puramente tecnológicos, otro tipo de personal mixto que, junto a las nociones en programación, conozca a fondo la estructura y el uso del lenguaje natural, ese que hablamos y escribimos en nuestro día a día. Y es que procesar todos los datos que se generan en cualquier ‘smartphone’, ‘chatbot’ de asistencia o aplicación de banca, salud u ocio es complejo. Para muestra, este botón: detrás de los famosos algoritmos, para saber si se ha generado una opinión positiva o negativa de nuestro negocio, no solo tiene que haber unas reglas que definan el significado de las palabras, sino también su contexto morfosintáctico, es decir, su relación con el resto de palabras de la oración. Solo así, la máquina será capaz de identificar qué quiere decir esa opinión.
Veamos un segundo ejemplo, el de un humanista digital. Las organizaciones se están centrando en algoritmos, en modelos matemáticos cuya razón de ser y combustible para funcionar son los datos. Pero, a su vez, ahora más que nunca, las compañías quieren colocar a las personas en el centro de su organización: quién mejor que un perfil que proceda del mundo de las humanidades para detectar el impacto que toda iniciativa desencadena en las personas. De esta manera, haciendo que la tecnología ayude a la sociedad a desempeñar mejor su trabajo es como se logra el beneficio, de estas y de la compañía en su conjunto.
Cómo reconvertirse en un perfil ‘tech’ siendo de letras
¿Es posible pasar de una formación de letras a una profesión tecnológica? “Lo es, todas las profesiones ya tienen un componente ‘tech’ que necesitan incorporar para poder seguir dando respuestas”, asevera Mar Cárdenas, directora del Máster de Dirección y Organización de Personas en ESIC. «Lo único que se necesita es formación ‘reskilling’, adquisición de nuevas competencias o ‘hard skills’ (aptitudes técnicas); y ‘upskilling’, refuerzo de las capacidades ‘soft’, incorporar y perfeccionar nuevos enfoques al trabajo que ya se desempeña. Ambos entrenamientos deben ser concretos en la tecnología que se va a utilizar para comunicarse con el cliente interno y externo», añade.
La pregunta del millón: ¿hay que saber algo de programación o cualquiera puede hacerlo? “Todos la podemos aprenderla, como el conocimiento que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida en las habilidades y aptitudes que hemos ido necesitando para adaptarnos al medio y para seguir dando respuesta a los retos que nos hemos ido encontrando. A algunas personas les costará menos que a otras. Lo que es obvio es que si queremos seguir trasladando una propuesta de valor, el medio fundamental en el que apoyarse hoy es la tecnología”, apunta Cárdenas. El tiempo en el que se logre dar el salto dependerá de la capacidad de aprendizaje que tengamos cada uno y de las oportunidades que se nos presenten para poder hacer una transferencia óptima de lo aprendido.
En cuanto a las diferencias salariales entre una profesión de letras y una de ciencias, la directora del máster asegura que estas no serán tanto por el componente ‘tech’, “pero indudablemente este será la llave para continuar en el entramado profesional. Por ejemplo, antes, en las entrevistas se preguntaba “¿hablas inglés?”. Esta pregunta ya sobra, porque se entiende que todo el mundo ya se defiende en inglés. Con el plus tecnológico también pasará igual: o lo tenemos o será difícil nuestra propia supervivencia profesional”, concluye Mar Cárdenas.
¿Y la formación? En ESIC existen posgrados dirigidos a profesionales inmersos en procesos de transformación digital, en los que «se incluyen asignaturas donde se aborda la ética y el humanismo, ya que a través de la reflexión filosófica y el pensamiento crítico disciplinas como el marketing, la publicidad, la economía o las finanzas toman otro sentido más responsable, más equitativo y más justo», apuntan desde la escuela.
FUENTE: www.elconfidencial.com