Con
acusaciones
de
violencia
y
antisemitismo,
la
expectativa
generada
por la
película
'La Pasión
de
Cristo',
dirigida
por Mel
Gibson y
estrenada
este
miércoles
de ceniza
en Estados
Unidos,
superó
ampliamente
a la que
despiertan
los Oscar.
Y todo a
sólo
cuatro
días de
que se
celebre la
gran
ceremonia
del cine,
en la que
no estará
el
polémico
filme.
"En este
momento a
la gente
le
interesa
la
controversia
desatada
en torno
al filme
'La
Pasión'.
La prensa
está
concentrada
en la
película y
dejó de
lado a los
Oscar",
dijo a la
AFP
Anthony
Mora,
autor del
libro 'Spin
to Win'
(Producirse
para
ganar).
La
película,
que narra
las
últimas
doce horas
de
Jesucristo
y está
rodada
enteramente
en hebreo,
arameo y
latín, se
estrena en
4.000
salas
cinematográficas
estadounidenses
-cerca del
doble de
las 2.500
previstas
en un
inicio- y
su éxito
de
taquilla
está más
que
asegurado.
Los
expertos
coinciden
en que
Gibson, un
católico
fundamentalista
padre de
siete
hijos,
tardará
pocas
horas en
recuperar
los 25
millones
de dólares
que
desembolsó
de su
bolsillo
para
producir
el film
que se ha
convertido
en uno de
los
blancos
del más
acalorado
debate en
la prensa
y
televisión
de Estados
Unidos.
Está
previsto
que el
revuelo
aumente
tras el
estreno
del filme
al
público,
que en un
principio
estará
dominado
por
cristianos
de todas
las
edades,
muchos de
ellos con
una Biblia
en mano.
Gibson, de
48 años,
ha
rechazado
una y otra
vez que la
película
sea
antisemita. |