D. A. | Zaragoza www.abc.es 11/10/2008
Calatayud va a enterrar definitivamente las termas romanas halladas hace aproximadamente un año en pleno casco urbano, en la Plaza de Ballesteros. Fue un hallazgo de primer orden, entre otras cosas porque apuntaba la existencia de una auténtica ciudad de época romana, heredera de otra celtibérica. Hasta entonces se daba por hecho que Bílbilis fue el único antecedente romano urbano de Calatayud. Pero Bílbilis está a varios kilómetros.
Además de la importancia histórica del hallazgo, era relevante por su monumentalidad. Estas termas romanas fueron utilizadas entre el siglo II y el IV de nuestra Era, según la datación de los arqueólogos. La dimensión era considerable, y eso que sólo había quedado a la vista una parte del complejo termal, ya que seguía por debajo de otros solares edificados y de parte de la calle.
El valor histórico y monumental, sin embargo, no ha sido suficiente para garantizar su conservación a la vista. Se encuentran en un solar privado, pero cabían diversas opciones para que esos restos se conservaran al descubierto.
El Gobierno aragonés autorizó hace unos meses que se taparan esos restos y que se pudiera edificar sobre ellos. Ahora, el Ayuntamiento consuma esa opción al autorizar la construcción de un bloque de 21 viviendas que se asentará precisamente sobre este yacimiento arqueológico, cuyos restos se intentará que no resulten afectados de modo que, aunque no se vean, queden bajo tierra para la posteridad.
Era el mayor hallazgo de la Antigüedad que ha aparecido hasta ahora en el casco urbano de Calatayud. Hasta el momento todo lo que había aparecido eran restos no monumentales, aunque tuvieran importancia para ayudar a escribir la historia de la ciudad. Por ejemplo, la arqueología urbana ha permitido confirmar que Calatayud ya contaba con un núcleo de población durante la Edad de Bronce.