José M. Baselga | Calafell (Tarragona) www.diaridetarragona.com 24/05/2008

El asentamiento romano del Vilarenc, que data del siglo I antes de Cristo, fue la primera excavación con planteamientos científicos que se realizó en Catalunya, ya en el año 1882.

Comenzó a excavarse en la época de la Mancomunitat de Josep Puig i Cadafalch. De hecho, el asentamiento romano del Vilarenc de Calafell fue de los primeros en Catalunya que comenzó a excavarse con planteamientos científicos. Corría 1882 y ya se dibujaron planos de las actuaciones a realizar y de las intervenciones.

Pero aquellos restos quedaron arrasados cuando a finales del XIX se roturó el terreno para plantar viñas. Nunca más se supo del asentamiento hasta 1967, cuando por casualidad, aparecieron en la zona restos de unas cisternas que aún se conservan. Los historiadores desconocían si estas cisternas tenían relación con la antigua villa. O es que había otra bajo el suelo.

20 años después
La duda duró 20 años. En 1988 se supo que la zona se urbanizaría y se hizo una excavación para determinar qué encerraba el subsuelo. Y apareció una villa perfectamente definida y que se cree no tenía nada que ver con la destrozada. El asentamiento quedó protegido y desde 1989 se han realizado intervenciones prácticamente anuales pero de escasa intensidad.

No ha sido hasta ahora que la villa romana del Vilarenc muestra sus secretos de la historia de Calafell. Ya se ha iniciado la consolidación y la reconstrucción de sus muros. El arqueólogo Jordi Jornet señala que la villa podría haber estado ocupada entre el siglo I antes de Cristo y el III d. C.

La villa era un asentamiento para la explotación de los recursos del territorio. La del Vilarenc conserva el hábitat de la familia, con habitaciones y una zona de termas, y dependencias industriales con muelles de carga en los que podría trabajarse con grano y aceite ya que se han encontrado silos y balsas y una zona de forja de hierro. Jornet señala que recientemente han aparecido dos hornos para la fabricación de cerámica.

Los trabajos que se realizan son para localizar los niveles de fundación del asentamiento y del urbanismo original , además de para consolidar los muros, reparando las estructuras dañadas y reconstruyendo paredes de manera que sea entendible el asentamiento. Los arqueólogos descartan que en las zonas próximas pueden ocultarse todavía restos, ya que durante años se han realizado catas sin resultados.

Estas villas eran muy habituales en la época romana. «Vivían grupos familiares de entre 10 y 15 personas, además de los esclavos, y muestran el paso del mundo íbero al romano y su sistema de explotación de los recursos del territorio», según Jornet. El también arqueólogo Josep Pou señala que la villa era propiedad de Italic, conocido así ya que se dedicaba al comercio de cerámicas con Italia. Era de la familia Bernius, asentada en Tarragona, pero que disponía de diversas propiedades y una sería la de Calafell.

El asentamiento del Vilarenc queda enclavado en un futuro parque que ya se está adecuando y en el que se han plantado los plataneros que retiraron de la carretera de la estación. Inicialmente el Ayuntamiento había contemplado que quedase cerrado por las noches, como el anexo parque de la Sínia, para evitar daños.

Está por determinar cómo se hará la musealización de los restos para que sean entendibles, lo que se estudiará en próximas campañas. Lo que sí se conoce es el destino de la anexa masía del Vilarenc, de propiedad municipal que tras su restauración por una escuela taller que formará a 16 jóvenes durante dos años, se destinará a la sede de la concejalía de trabajo. La histórica masía corrió peligro de derribo ya que en la zona había prevista una urbanización. En el año 2000 el actual y entonces alcalde Jordi Sánchez, negoció con la promotora para desplazar las viviendas permitiendo preservar la construcción.

Junto a la masía y en una zona que durante años ha servido de depósito de vehículos se construirá el nuevo centro de asistencia primaria.