Ramón Comorera | Barcelona www.elperiodico.com 17/01/2012

Bajo la parroquia de Ciutat Vella se sitúa un primer templo cristiano del siglo IV. El consistorio quiere hacer más activa y transparente la política arqueológica.

En el subsuelo de la iglesia de Sant Just, a pocos metros de la plaza de Sant Jaume, se esconden 21 siglos de historia. Una pequeña muestra de esta pétrea y también ósea eternidad dormida ha salido a la luz a partir de la reforma emprendida por la parroquia de un pavimento de madera carcomido por termitas. Los arqueólogos municipales han destapado en tres puntos del interior del actual templo gótico restos de edificios romanos de los siglos I y IV, vestigios medievales y muchos enterramientos de la masacre causada por las tropas borbónicas en 1714.

El hallazgo es importante, pero solo es el principio de cuanto podría haber allí abajo. Para seguir a fondo los trabajos en un futuro por determinar, se ha encargado un proyecto global que garantice la integridad del templo y la seguridad de los arqueólogos. Al mismo tiempo, según dijo ayer in situ Josep Pujades, responsable municipal de intervenciones arqueológicas, se ha pedido a la Generalitat la declaración de bien cultural de interés nacional, la máxima protección del patrimonio.

EDIFICIO PÚBLICO
El primer descubrimiento se sitúa en el foso de cuatro por cuatro metros abierto en la capilla del Santíssim. Aquí ha aparecido un muro de 80 centímetros de grosor y muy bien acabado de los primeros años de Barcino, en el siglo I. Pertenecía posiblemente a un edificio público de uso administrativo o comercial vinculado al cercano foro de la colonia. Encima se ha descubierto otro de estilo distinto del siglo IV.

El segundo hallazgo se ha hecho al abrir cerca del altar dos de las tumbas creadas en el siglo XVIII en el suelo de toda la nave central. Allí ha aparecido sobre otro muro también del siglo IV un tramo de una columna de granito de 80 centímetros de diámetro que se atribuye a un primerizo templo católico vinculado al conjunto episcopal existente ya en esa época en Barcino. La implantación del nuevo y emergente poder cristiano se hizo a menudo en edificios y zonas públicas de un imperio en declive. El párroco de Sant Just, Armand Puig, dijo que con 1.700 años sería el segundo lugar de culto ininterrumpido más antiguo de Barcelona junto con el de la catedral.

El último hallazgo, detrás del ábside (parte posterior del templo de forma semicircular), ha consistido en numerosos enterramientos de víctimas de la guerra de sucesión de 1714, cuando las tropas de Felipe V asolaron Barcelona. Estas tumbas se han tapado para garantizar la seguridad del edificio a la espera del plan global de intervención.

El teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, que dirigió la visita de ayer, presenta por otra parte esta mañana en la comisión de su área un plan para reformar la gestión del patrimonio histórico y arqueológico de Barcelona. Más intervenciones por iniciativa propia, mayor divulgación de cuanto posee Barcelona en este ámbito y más transparencia informativa son algunos de los objetivos fijados. También se quiere crear una mesa de patrimonio y un consejo asesor de arqueología.

FUENTE: http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/barcelona-destapa-restos-romanos-muertos-del-1714-sant-just-1330193

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