París | EFE 10/01/2009
Las divertidas historias de este pequeño guerrero galo y su inseparable amigo Obélix se han convertido a lo largo de los años en un absoluto éxito de ventas.
Las historias de Astérix el galo sobrevivirán a sus creadores, puesto que la editorial del popular personaje del cómic confirmó que hay permiso de Albert Uderzo, su dibujante, que tiene 81 años, para continuarlas tras su muerte. La información ya circula en las publicaciones especializadas en cómic en Francia, donde la noticia saltó el viernes cuando el semanario Livres Hebdo reveló que Uderzo autorizó la continuación de las aventuras del guerrero y de Obélix, lo que confirmó su editorial horas más tarde.
Albert-René, la editora de las historias de Astérix, reconoció que hay acuerdo para que Astérix sobreviva al último de sus creadores aún vivo -René Goscinny, guionista, falleció en 1977- si así lo desea el primer grupo editorial galo, Hachette Livre, quien compró el 60 por ciento del capital de aquella el mes pasado.
Los medios de comunicación galos se hicieron eco enseguida de la noticia, que significa que el pequeño y bravo guerrero, símbolo del carácter francés en su incansable resistencia a los invasores romanos, continuará vivo, con el permiso de uno de sus «padres». Uderzo, que es de origen italiano, nació en la localidad francesa de Fismes el 25 de abril de 1927 y tomó su nombre de un pueblo italiano llamado Oderzo, de donde procedía su familia.
En 1940 descubrió el cómic y comenzó a dibujar en la revista Junior aunque su carrera comenzó realmente en 1944 cuando crea su primer cómic, Flambergue. Posteriormente conoció a Goscinny y, en 1949 comenzó su colaboración; en 1951 Goscinny y Uderzo crearon uno de los primeros personajes con el que empezaron a destacar, el pirata Jehan Pistolet.
Astérix inmortal
En 1959 ambos se convirtieron en editor y director artístico respectivamente de una nueva revista para niños mayores llamada Pilote, que se inauguró con dos de las series más importantes de historietas, Tanguy et Laverdure y Astérix. Esta última contaba las divertidas historias de un pequeño guerrero galo y su inseparable amigo Obélix y la serie se ha convertido a lo largo de los años en un absoluto éxito de ventas, tanto que convenció a Uderzo a abandonar todas las series para dedicarse sólo a este personaje.
Dos años después de la muerte de Goscinny, Uderzo fundó la editorial Albert-René, en la que ha publicado nuevas historias y el célebre personaje ha protagonizado varias versiones cinematográficas, tanto de dibujos animados como con actores reales. Precisamente hace un año, la última entrega de las aventuras cinematográficas, Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos, se convirtió en un auténtico éxito en Francia, donde se alzó con la calificación del filme más caro de la historia en este país.
Está por ver si, tras la desaparición de Uderzo y a la vista de que Astérix se convierta en «inmortal», alguno de los personajes lance, en otra nueva futura aventura, la expresión acostumbrada a oír a propósito de los conquistadores romanos en las entregas anteriores, pero ahora actualizada: «estos franceses están locos».