J. A. AUNIÓN Madrid 

El IE University proyecta seminarios sobre liderazgo y toma de decisiones en la empresa en un yacimiento romano.

La vida de Cayo Julio César es la de una transformación de un manipulador en un líder, la de un hombre que no tuvo miedo a rodearse de gente mejor —Avieno era un militar superior—, pero que terminó confundiendo ambición con codicia —quiso hacerse con el poder absoluto— y eso acabó con él. Esas reflexiones le sirven al escritor, economista y consultor Javier Fernández Aguado para explicar a los responsables de empresas algunas reglas básicas sobre liderazgo y toma de decisiones, entre otros muchos ejemplos de la historia con los que escribió el libro Roma, escuela de directivos, publicado en 2012. Ejemplos similares a los que volverá a utilizar en los seminarios que la Universidad del Instituto de Empresa (IE University) tiene planeado ofrecer a altos ejecutivos en el yacimiento celtíbero y romano de Tiermes, en Soria.

De momento, la Universidad tiene lista una prueba piloto de un fin de semana para ofrecer a empresas y administraciones, con la que esperan, además, sondear el interés que despierta la idea. Ya está preparado, a la espera de firmarse, un acuerdo con la Junta de Castilla y León para poder usar las instalaciones de Tiermes; los talleres de formación se harían en las salas contiguas al museo. El programa —que se llama también Roma, escuela de directivos— se completa con una visita guiada al yacimiento, que alberga una gran ciudad romana que, fundada en el siglo I antes de Cristo sobre un asentamiento celtíbero previo, cuenta entre sus joyas con un acueducto y un foro.

“La visita sirve para explicar cómo la toma de decisiones —de carácter político, económico, urbanístico— marcó la historia de ese yacimiento”, explica Miguel Larrañaga, vicerrector de Estudiantes y profesor de Humanidades del IE University. Y resume: “Se trata de formar a directivos utilizando la historia y la arqueología. Queremos ofrecerles una perspectiva distinta sobre temas que son clave para la gestión y que puedan incorporarlo en la gestión de su día a día”.

La idea nació de unas prácticas de estudiantes, añade Larrañaga. El encargo de los alumnos era buscar vías para que el yacimiento de Tiermes —donde la unidad de Arqueología del IE excava desde hace más de una década— genere recursos propios que reviertan en más investigación y más divulgación del conjunto sin tener que depender tanto del dinero público. “Queríamos hacer algo que no prostituyera el yacimiento, sino que fuera respetuoso con su historia, así que pensamos en hacer allí estos cursos”, subraya el vicerrector.

En los últimos lustros se han multiplicado los esfuerzos por hacer económicamente sostenible el patrimonio histórico, con todo tipo de actividades culturales y educativas que vayan más allá del fomento del turismo puro y duro. Larrañaga destaca la labor en este sentido del English Heritage, el organismo encargado del patrimonio de Inglaterra. Sin embargo, la vinculación con programas para profesionales ajenos a la historia y a la arqueología, en general, y para directivos, en particular, es algo bastante novedoso, aseguran tanto Larrañaga como Fernández Aguado.

Junto a él, el otro profesor listo para impartir los talleres del seminario es José Aguilar, doctor en Filosofía, que se hará cargo de los apartados de compromiso en la empresa y gestión del cambio. “Dos temas que hoy preocupan mucho a las empresas en el entorno digital y que ya preocupaban en la Roma Imperial”, aporta Fernández Aguado. Se refiere, por ejemplo, a la reforma de las legiones que impulsó Cayo Mario en el siglo I antes de Cristo.

No solo profesionalizó el Ejército —dándoles un sueldo durante su servicio y una pensión una vez retirados— sino que les dio un sentimiento de grupo con medidas tan sencillas como la de invitar a todos los ciudadanos romanos a ir a la guerra y facilitarles para ello todo el equipamiento, igual para todos. “El compromiso se consigue con dos cosas: una retribución justa y un alma en la organización”, remata Fernández Aguado.

FUENTE. https://elpais.com/cultura/2018/09/28/actualidad/1538156193_050401.html