Martín-Miguel Rubio Esteban www.elimparcial.es 02/11/2012

Dedico este Artículo a la Memoria de mi admirado amigo y maestro Agustín García Calvo, estudioso genial de las lenguas clásicas, de quien aprendí tantas cosas, y del que hablaré largamente en los sábados próximos.

La LOGSE (1990) eliminó el único año de latín que quedaba obligatorio de la Ley General de Educación de 1970, establecido posteriormente en el Decreto 160/1975, de 23 de enero, por el que se aprobaba el Plan de Estudios de Bachillerato, pilotado por Martínez Esteruelas. Y avergonzada ella misma (la LOGSE) por el crimen perpetrado dejó como fina hoja de parra que mitigaba de forma harto insuficiente su barbarie la optativa de Cultura Clásica, una materia de carácter optativo, pero de obligada oferta para todos los alumnos de 3º ESO. La Cultura Clásica, una optativa de dos horas, ha sido la única herramienta curricular que en los últimos 22 años brindaba al alumno de enseñanza obligatoria la posibilidad de entrar en contacto con las grandes civilizaciones de Grecia y Roma (también colateralmente con Cartago y Persia) y sus grandes conquistas del espíritu: la hazaña del primer alfabeto, la Democracia Ateniense, la República Romana, la Arquitectura, la gran literatura, la escultura y el canon de Policleto, la religión, el derecho público y civil, el ejército, el sistema de monedas, la casa, un cuadro sinóptico de la Historia de Grecia y Roma con sus grandes personajes y, finalmente, una introducción al latín como lengua flexiva característica. Pues bien, durante estos más de veinte años latinistas equivocados pensaban que la vuelta de la derecha al poder significaría un renacimiento de las grandes tradiciones educativas nacionales, entre las que se encontraba, naturalmente, la enseñanza del griego y el latín, y merced a la cual grandes nombres de la intelectualidad españolas estaban presentes en los anaqueles de la Biblioteca “cupulada”/ “copulada” del British Museum. No ha sido así, y es que la partidocracia que nos gobierna, cuyas ideologías representadas son mero álibi de dominio, se funda en la mediocridad consustancial de sus líderes, y no en la meritocracia propia de una sociedad abierta con igualdad de oportunidades.

Ignacio Wert es hoy el godo Fritigerno que arrasa el último bastión del Mundo Clásico ante un enmudecido Valente-Rajoy. Convertida la bienhechora tecnología en una ideología de dominio se ha llegado a pensar que lo único importante era quemar devotamente incienso a las nuevas formas de alquimia de la ingeniería tecnológica olvidándose de griegos y romanos, del Mundo Clásico, y, en general, de las Humanidades. El triunfo de este sistema educativo a la vista está: seis millones de parados en esta crisis abisal de España. La ciencia sin Humanidades acaba siendo bárbara e inhumana; la tecnología sin humanidades sólo nos puede conducir a la piedra filosofal que nos lleve al paraíso de la barbarie.

Pero todo anhelo de libertad se inspirará siempre en el Mundo Clásico. Los padres fundadores de los EEUU ( founding fathers ), George Washington, James Madison, Thomas Jefferson, Alexander Hamilton, John Adams y Benjamin Franklin “never stopped pondering the ancients, from Plato to Plutarch, and from Cicero to Pliny” ( Ron Chernow ). La Cultura Clásica siempre ha sido y será la nodriza de la libertad.

El complejo de no ser progre (parece imposible que aún “lo progre” pueda tener un significado connotativo de raíz meliorativa!) obliga a hacer concesiones bárbaras a la progresía de raza. Así, se empezó amputando el latín con la LOGSE para llegar a este paisaje desolado y yermo de la educación de la España actual. No obstante, estoy convencido de que nuestra progresía bárbara nunca aniquilará del todo las lenguas clásicas, a fin de que puedan seguir talándolas o decapitándolas los futuros bárbaros. ¿Qué serán de las reformas futuras de Educación si se secluye de una vez por todas a las lenguas clásicas del bachillerato? No podrán ya ejercer su progresía devastando los campos de la cultura las nuevas generaciones de gobernantes bárbaros. La naturaleza bárbara de los políticos españoles necesita campos de cultura que devastar, y aunque sólo sea para mantenerse en forma, necesitarán siempre que quede algo de la civilización grecolatina con la que utilizar la segur y el fuego.

Muchos profesores cándidos de latín y griego pensaban que el PP volvería en materia educativa al punto en que lo había dejado la LOCE prácticamente non nata de Pilar del Castillo, el último valladar que el gobierno de Aznar sólo levantó al final de su etapa de poder contra la barbarie que ya se veía venir. ¡Ay, mis ingenuos compañeros! El PP ya no representa la gran tradición cultural y educativa; y no tiene ideas pedagógicas que puedan molestar mínimamente a su calculada ambigüedad de oportunismo y espíritu “progre”. En realidad no han logrado salir de la órbita del sistema educativo que critican. No han logrado descubrir nuevas estrellas; continúan señalando supuestas manchas en el sol y admitiendo, por tanto, que tales manchas constituyen su luz primordial y el centro de su sistema solar. Decepcionante. Repugnantemente decepcionante.

(*) Martín-Miguel Rubio Esteban es doctor en Filología Clásica, autor de ensayos sobre literatura latina, política e historia y Catedrático de Instituto.

FUENTE: http://www.elimparcial.es/ante-la-aniquilacion-de-la-cultura-clasica-113659.html