EFE 17/12/2011
Astérix y Obélix, probablemente los celtas más famosos del mundo, llegan a Alemania en una muestra que abre hoy sus puertas al público y que rinde homenaje a estas figuras del cómic, a la vez que indaga en sus raíces arqueológicas. La exposición, titulada «Astérix y los celtas» ocupa una superficie de 6.000 metros cuadrados en la fábrica siderúrgica de Völklingen, en el oeste de Alemania, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2004.
La muestra presenta reproducciones de dibujos y textos de los padres de Astérix -los franceses René Goscinny y Albert Uderzo- de los hasta ahora 34 álbumes publicados sobre las aventuras de los habitantes de la única aldea en toda la Galia capaz de oponer resistencia a base de astucia a las tropas de Julio César.
La exposición recorre los más de 50 años de historia de estos héroes del cómic, que vieron la luz el 29 de octubre de 1959 en las páginas del primer número de la revista «Pilote».
Entre los momentos clave de este medio siglo de aventuras, los visitantes podrán recordar los legendarios combates contra los romanos, la primera aparición en el quinto álbum de Idéfix, la inseparable mascota de Obélix, y el inevitable festín al final de cada historieta a base de carne de jabalí.
Pero la exposición se adentra también en las raíces arqueológicas del mito en torno a la aldea gala, rodeada por cuatro campamentos romanos: Babaórum, Acuárium, Láudanum y Petibónum.
Así, el público puede contemplar piezas arqueológicas de tiempos de la Guerra de las Galias, desde monedas hasta espadas, procedentes de diversos museos de la antigua Galia, que se extendía por parte del territorio de las actuales Francia, Bélgica y oeste de Alemania.
Los visitantes tienen opción además de enfrascarse en la lectura de alguno de los cómics, competir en juegos de ordenador y meterse en la piel de Astérix y sus compañeros, así como mirar una de las ocho películas protagonizadas por estos héroes de la Galia, proyectados de forma ininterrumpida.