Roma | El Universal www.eluniversal.com.mx 02/04/2015 

Los efectos del tiempo y las infiltraciones de agua han deteriorado el que, según relatos de la época, fue un recinto majestuoso tanto por su deoración exquisita, como por sus frescos. Ahora se ha presentado un proyecto formal de restauración. 

Un jardín sostenible intentará salvar la Domus Aurea, el Palacio del emperador Nerón en Roma, de los efectos del tiempo y, sobre todo, de las infiltraciones de agua de lluvia que han causado serios daños a sus frescos, fuente de inspiración de los artistas del Renacimiento.

La primera fase del sistema integrado de protección del monumento fue presentada ayer a la prensa por el superintendente del área arqueológica de la capital italiana, Francesco Prosperetti, quien lanzó un llamado para recaudar fondos tanto para la finalización del jardín sostenible, como para la restauración interna de la Domus Aurea.

Condenada al olvido durante más de 15 siglos y redescubierta accidentalmente por los artistas del Renacimiento, la Domus Aurea (o “Casa de oro” en latín) fue construida tras el gran incendio que en el año 64 de nuestra era devastó Roma y que según diversos testimonios fue obra del propio Nerón.

El emperador se apoderó de los terrenos liberados tras la destrucción causada por el fuego para edificar su monumental morada, que llegó a comprender las colinas del Palatino, el Esquilino y el Celio, con una extensión total de 250 hectáreas, llena de jardínes y con un lago artificial.

Con decoraciones revestidas de oro que le dieron su nombre, la Domus Aurea contaba igualmente con otros elementos extravagantes, como techos incrustados con piedras semipreciosas y láminas de marfil, según testimonios del escritor Plinio el Viejo.

Nerón también ordenó construir una colosal estatua de bronce de él mismo, de 35 metros de altura, en la que aparecía con la túnica de Apolo. Ubicada frente a la entrada principal del palacio, la escultura fue removida tiempo después por decisión del emperador Adriano para dar lugar al templo de Venus y Roma y al Coliseo.

Asimismo, la Domus Aurea tenía dos comedores principales al lado de un patio octagonal semicubierto de una cúpula con una gigantesca claraboya central que dejaba entrar la luz del día.

Testimonios antiguos señalan que los arquitectos Celere y Severo crearon un ingenioso mecanismo movido por esclavos que hacía girar el techo de la cúpula como si fuera el cielo concebido por la astronomía antigua, al tiempo que se rociaba el ambiente con perfumes y pétalos de rosa que caían sobre los participantes en los banquetes.

Sin embargo, 40 años después de la muerte de Nerón (en el año 68) el palacio ya estaba completamente sepultado por otras construcciones lo que, paradójicamente, permitió que los llamados frescos “grotescos” (nombre derivado de la palabra gruta) pudieran sobrevivir, pues la tierra y arena que cubrió a la Domus Aurea sirvieron para protegerla de la humedad.

Fue hasta finales del siglo XV cuando, accidentalmente, un joven que pasaba por el Colle (colina) Oppio cayó en una grieta y descubrió las grutas subterráneas llenas de pinturas y frescos, que se convirtieron en inspiración de artistas como Miguel Angel Buonarroti, Raffaello o el Pinturicchio, quienes descendían al interior del palacio amarrados con lazos.

El descubrimiento de la Domus Aurea provocó sin embargo la entrada de la humedad en sus salas, lo que inició el lento e irreversible proceso de deterioro que ha continuado hasta nuestros días.

El problema es que sobre el monumento fue construido el jardín del Colle Oppio, con árboles de gran tamaño cuyas raíces han afectado el interior del palacio y dañado sus frescos.

Justamente la primera fase de construcción del jardín sostenible presentada hoy busca aligerar la carga sobre la Domus Aurea, explicó Prosperetti.

Dijo que esa primera fase incluye casi 800 metros cuadrados de jardínes con plantas y pequeños arbustos con raíces poco profundas, que en realidad esconden un complejo sistema tecnológico de sondas y sensores que tienen la tarea de monitorear constantemente el estado de salud del palacio de Nerón y drenar el agua de lluvia.

Señaló que los trabajos son el fruto de una amplia fase de estudios teóricos iniciada en 2011 y prevén un sistema de 16 mil metros cuadrados de jardínes, a finalizar en 2019, con un costo de 20 millones de euros.

El experto anunció una campaña de recolección de fondos privados, que se añadirán a los públicos, para continuar con el proyecto.

Resaltó que las recientes e intensas lluvias que han afectado a la Ciudad Eterna han sido la prueba de la funcionalidad del jardín sostenible, pues la parte del monumento ubicada abajo del mismo no fue afectada, mientras el resto del palacio tuvo daños “devastadores”.

FUENTE: www.eluniversal.com.mx/cultura/2015/impreso/al-rescate-del-palacio-de-neron-76509.html