Cristina Fanjul | León www.diariodeleon.es 02/11/2007
En primavera comienza la rehabilitación de los mosaicos y restos arquitectónicos de Navatejera. Se pone fin al peligro de encharcamiento y se construye una caseta y un pórtico para el horno romano.
La primera fase de las obras de la villa romana de Navatejera ya han finalizado. El director del Museo de León, Luis Grau, ha explicado que no será hasta la primavera cuando den comienzo los trabajos de restauración de mosaicos y restos arquitectónicos así como la musealización, cuyo presupuesto asciende a casi 600.000 euros.
En esta primera etapa, el Ministerio de Cultura -que aporta el cien por cien de los gastos- ha invertido un total de 300.000 euros, que se han destinado al drenaje de todo el recinto para evitar encharcamientos y humedades, la reparación de la valla histórica, la construcción de la caseta del guarda y de atención al público y el pórtico de protección del horno romano.
Aunque pueda parecer baladí, estos trabajos resultaban perentorios para la conservación del monumento. No hay que perder de vista el hecho de que la villa está dispuesta según los cánones romanos: en una ladera, mirando al sol y en tierra fertil. Esta disposición fue precisamente la causa de su descubrimiento -una riada desveló en 1885 lo que escondía la parcela-, pero el vallado que se construyó junto a la carretera provocaba que en época de lluvia los vestigios se conviertan en un estanque.
Dos siglos de lluvia habían hecho que el estado de conservación de la villa fuera calamitoso. Tras su descubrimiento a finales del siglo XIX se iniciaron excavaciones y trabajos de conservación que han servido para que no se perdiera todo lo que existe en la actualidad.
Fue el el arquitecto Demetrio de los Ríos quien cobijó -con el fin de proteger los mosaicos- parte de los restos pertenecientes a la residencia del dominus, y lo hizo imitando la arquitectura romana, lo que le da un valor añadido. Además, llama la atención el hecho de que fue el primer yacimiento romano cubierto de la comunidad.
En la primavera -con un año de retraso respecto a los plazos previstos en un primer momento- se acometerá la obra de musealización de la zona cubierta de la villa. La obra respetará la disposición actual y recreará en una de las salas de la entrada un comedor romano. Con ello se busca imprimir en la retina del visitante el modo de vida de los romanos de León en los siglos III y IV. Esta sala ocupara la mitad de las estancias rectangulares con el fin de que los visitantes puedan darse cuenta de la situación en la actualidad y la que debió ser casi dos mil años atrás. Para llevarlo a cabo, se tomará como modelo el Museo de Londres, uno de los centros artísticos de la capital británica que mejor ha conseguido mostrar el desarrollo de la vida londinense desde la prehistoria hasta nuestros días. Además, la zona contigua a la sala octogonal será el lugar elegido para la exposición de todos los vestigios que se han encontrado en la excavación.
Mosaicos
Los mosaicos de la villa romana de Navatejera se caracterizan por la diversidad. El corredor de entrada tiene un suelo de mosaico formando cuadrados y hexágonos con teselas blancas y negras haciendo el dibujo y otras cerámicas mayores en los fondos. En el noreste de la galería uno de los aposentos conserva mosaico ajedrezado en su umbral, en colores blanco, rojo, amarillo y negro, y en el interior, con una franja de trenzado y fondo de circunferencias entrelazadas, en colores rojo y negro, y otros tonos pálidos. El mosaico de la habitación octogonal al otro lado es el de más variada decoración, desarrollada en anillos concéntricos de motivos vegetales, con un enlace de dos cuadros formando estrella en el centro, en colores blanco, negro, rojo y amarillo. Otra dependencia contigua presenta motivos geométricos con hexágonos alargados, en blanco, negro y amarillo con fondo de ladrillo.
Hay que subrayar el hecho de que los teselados sugieren que el seño de esta villa disponía, no sólo de recursos cuantiosos, sino una cualificación intelectual, probablemente ajena a otros potentiores. En la policromía de las teselas debió de intervenir uno de los obradores atestiguados en Quintana del Marco (mosaicos de Hilas y las estaciones).