Tino Pertierra www.lne.es 21/10/2010
‘La guerra de Espartaco’, de Barry Strauss.
Todos tenemos grabada la imagen del Espartaco que inmortalizó Stanley Kubrick con los marcados rasgos de Kirk Douglas. Grandes batallas, épica lustrosa, una hermosa historia de amor y diálogos brillantes. Para poner las cosas en su sitio, nada mejor que leer (devorar, más bien) La guerra de Espartaco, el espléndido relato de la rebelión de esclavos más célebre del mundo antiguo, y que aún hoy conserva intacta su capacidad de fascinación incluso sin el barniz novelesco: es una de esas historias reales que superan cualquier ficción y que forjó un icono de los movimientos anarquistas y libertarios.
Los hechos: un gladiador surcado de cicatrices, y con un «ejército» inicial de sólo 64 hombres, planta cara a Roma y pone en pie una rebelión de 60.000 soldados con los que logró apoderarse de la campiña del sur de Italia y asustar a todo un imperio durante dos años. Nueve ejércitos romanos mordieron el polvo. Conseguir algo así exigía algo más que valor o talento para la lucha cuerpo a cuerpo: Espartaco era un líder que rebosaba carisma, un tipo astuto y hábil que se sirvió de la religión para buscar aliados, y un combatiente de armas tomar. El castigo de Roma a los rebeldes es una muestra elocuente del breve triunfo de Espartaco: después de la derrota a manos del general Craso, 6.000 hombres fueron hechos prisioneros y crucificados a lo largo de la principal carretera al sur de Roma. Todo eso lo sabemos gracias a la película y a una reciente serie de televisión, por eso el libro de Barry Strauss se hace imprescindible para profundizar más en una historia compleja. No sólo las artes para la guerra de Craso fueron decisivas para vencer a Espartaco. El líder rebelde pereció víctima de su propio éxito: su ejército creció de forma desmesurada y mantener la disciplina en un grupo gigantesco formado por diferentes grupos étnicos era poco menos que imposible. Cuestionado su liderazgo y puestos en tela de juicio sus fines, Espartaco no pudo impedir que su rebeldía fuera aplastada por la codicia de quienes antepusieron el saqueo a la huida a la libertad, aceptando una batalla final que no podían ganar.
‘La guerra de Espartaco’ se nutre de documentos, hallazgos arqueológicos, reconstrucciones históricas y los minuciosos viajes de su autor por los campos italianos para realizar una perfecta reconstrucción de las batallas en una obra sobresaliente.