Carles Gosálbez | Tarragona www.diaridetarragona.com 10/10/2007

Ánforas, sillares y diversas estructuras pétreas han aparecido en una excavación que se hace en la Avinguda Ramón y Cajal, previa a la construcción de un parvulario municipal.

Las obras de construcción de un parvulario municipal en un solar que perteneció al antiguo convento de las Clarisas -Avinguda Ramón y Cajal-, y posteriormente fue la sede de la Facultat d’Enologia, han puesto al descubierto restos de época romana y una balsa de grandes proporciones que, probablemente, formó parte del sistema de riego del huerto de las monjas.

Entre los elementos pertenecientes a los tiempos de Tarraco, han aparecido una ánfora prácticamente entera, pedazos de otras, huesos de una especie aún no determinada y sillares repartidos por la finca. Destaca un bloque de grandes proporciones que pudo haber sido reutilizado y que en uno de los laterales tiene una muesca que sirvió de anclaje.

El sillar culmina lo que queda de un muro de piedra que separó un sector superior de la finca de otro situado a poco más de un metro de desnivel, donde se han localizado una balsa de grandes proporciones y el pozo de agua de la que se alimentó en el tiempo en que fue utilizada.

La presencia del convento de las Clarisas invita a pensar que la balsa almacenaba el agua que la colectividad religiosa usaba para regar el huerto y lavar la ropa. Probablemente, fue realizada en el siglo XIX.