Xian (China) | EFE 03/07/2007

Caravanas de camellos y carros cruzaban media Asia para llegar al gran mercado de Xian (entonces Changan): ese lugar, que dejó de usarse hace mil años, va a ser reconstruido con el fin de recuperar el espíritu de la Ruta de la Seda.

Xian (China) | EFE 03/07/2007

Caravanas de camellos y carros cruzaban media Asia para llegar al gran mercado de Xian (entonces Changan): ese lugar, que dejó de usarse hace mil años, va a ser reconstruido con el fin de recuperar el espíritu de la Ruta de la Seda.

El Mercado del Oeste, frecuentado por caravaneros de Asia y Europa en tiempos de la dinastía Tang (618-907) y otras anteriores, quiere ser recuperado ahora a través de una iniciativa privada, mediante una reconstrucción que costará unos 350 millones de euros (475 millones de dólares).

Las obras para recuperar el lugar, que se convertirá en un centro comercial, turístico y de ocio, empezaron ya en octubre de 2006 y se prolongarán hasta 2010, aunque una primera fase del mercado ya estará abierta en 2008.

Aunque los detalles del proyecto, obra de la constructora Datang, todavía no son muchos, se asegura que el mercado tendrá ‘millones de metros cuadrados de extensión’.

El presidente de la compañía, Lu Jianzhong, señaló al presentar el proyecto que en junio de 2008 se finalizará la construcción de viviendas tradicionales, tiendas, restaurantes y un museo, con el fin de que los numerosos visitantes que lleguen a China con motivo de los JJOO de Pekín puedan ya ver parte del mercado.

La obra, sin embargo, se finalizará dos años después, destacó el empresario.

Hace unos 1.300 años, Changan, que por aquel entonces era una de las ciudades más grandes y prósperas del mundo, era el extremo más oriental de la Ruta de la Seda, por la que viajaron durante siglos mercaderes romanos, persas, indios, árabes y de otras nacionalidades para adquirir seda y porcelana china, entre otros productos.

Changan contaba con dos grandes mercados: el del Este (Dongshi), usado por los habitantes locales, y el del Oeste (Xishi), dedicado sobre todo al comercio internacional con los mercaderes que llegaban de Oriente Medio, Asia Central y Europa.

De aquellos mercados antiguos procede una de las palabras chinas más básicas, ‘dongxi’, que significa sencillamente ‘cosa’ y sale de la unión entre dong, ‘este’, y xi, ‘oeste’.

La iniciativa de recuperar el antiguo mercado es una antigua idea del Gobierno de Xian, que ya en 2001 se comprometió a ello con el fin de recuperar la historia de la ciudad y hacerla más atractiva a los turistas, después de años de destrucción de patrimonio cultural.

Y es que, pese a que Xian es sin duda la ciudad con más historia de China, hoy día muy poco queda de la vieja Changan, aparte de la muralla reconstruida, el barrio de los musulmanes o algún que otro templo (dejando aparte los Guerreros de Terracota, que se encuentran en las afueras y son anteriores a la Ruta de la Seda).

En lugar de las antiguas calles, proliferan en la ciudad los rascacielos de dudoso gusto, y los pocos monumentos que hay en pie son tratados con cierta dejadez, caso de la muralla, en la que el año pasado se derrumbó uno de sus tramos.

La construcción de un mercado como el de antaño es una pequeña parte del plan de recuperación de la Ruta de la Seda, con el fin de solicitar la inclusión de los lugares por los que pasaba en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura).

Expertos de China, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán han unido sus esfuerzos para lograr que entren en la lista conjuntamente en esa lista ciudades como el oasis chino de Turpán, la uigur Kashgar o la uzbeca Samarcanda.

La ruta caravanera, de unos 7.000 kilómetros, se desarrolló poco después de los viajes del explorador chino Zhang Qian (siglo II AC), quien recorrió Partia, Bactria, India y otros estados de la época con el fin de desarrollar las relaciones entre la dinastía Han y el exterior.