Sílvia Colomé www.lavanguardia.com 30/07/2013
Una exposición del fotógrafo Josep Esquirol en la Escala permite recuperar imágenes de principios del siglo XX, algunas inéditas, de los primeros trabajos arqueológicos en el yacimiento.
En los albores del siglo XX, de la arqueología y de la fotografía empiezan las excavaciones de Empúries, el gran yacimiento griego y romano del extremo occidental del Mediterráneo. Equipado con una de esas cámaras que ahora son piezas de museo, el fotógrafo Josep Esquirol inmortalizó para la posteridad esos primeros años de trabajos en los que empezó a emerger la ciudad griega de Emporion. Coincidiendo con el verano y el alud de turistas en el pueblo de l’Escala, así como en toda la Costa Brava, el Museu d’Arqueologia de Catalunya-Empúries y el Museu de l’Anxova i de la Sal de l’Escala han recuperado la figura de este pionero de la fotografía y, lo que es más importante, sus negativos sobre Empúries.
La exposición ‘Josep Esquirol, fotógrafo de Empúries’ es una oportunidad para conocer los primeros trabajos arqueológicos practicados en el yacimiento. Se ha hecho una selección de 50 fotografías, “algunas inéditas”, según explica Marta Santos, coordinadora del Museu d’Empúries. Entre las instantáneas destacan, por ejemplo, las del descubrimiento del Esculapio, la estatua que se ha convertido en la cara más visible del yacimiento.
“Las primeras campañas de las excavaciones, que van de 1908 al 1915, fueron muy importantes”, recalca Santos. “Las fotografías sirven para ver cómo trabajaban en aquella época”, añade. Y es curioso ver las damas con pamela y sombrilla que visitaban el yacimiento o los obreros que trasladaban tierra con una barretina en la cabeza.
La exposición se complementa con una sección sobre Esquirol, “autor de fotografías muy expresivas”, según Santos; y con algunos de sus objetos de trabajo, como su cámara o varias cajas de negativos. Otra curiosidad es poder observar in situ algunos de los objetos encontrados en aquella época y que aparecen en los retratos de Esquirol.
Nacido en Barcelona, Esquirol se estableció en la Escala, donde también retrató la vida marinera de la localidad. Son famosos, por ejemplo, los retratos a viejos lobos de mar. Su obra es considerada un documento visual de finales del siglo XIX y principios del XX.
Junto con Manuel Cazurro, inspector de las campañas iniciales, editó la Guía ilustrada de las ruinas de Ampurias y Costa Brava Catalana, en 1913, la primera obra para los visitantes que ya en aquella altura empezaba a tener el yacimiento. Las ediciones fotográficas sobre la obra de Esquirol se encuentran agotadas, por eso también resulta interesante para los coleccionistas el catálogo fotográfico de la exposición, que se puede visitar en el Museu de l’Anxova i de la Sal de l’Escala hasta enero de 2014.
