Museo GettyNueva York | AFP 09/03/2006

Los museos e instituciones culturales de Estados Unidos hacen frente a una oleada de reclamaciones de piezas arqueológicas de países como Grecia, Italia y Perú, lo cual pone en entredicho los criterios sobre su política de adquisiciones.

Los casos que afectan en la actualidad a museos estadounidenses dan a entender que el comercio privado de objetos arqueológicos presenta zonas oscuras.

La ex conservadora de antigüedades del museo Getty de Los Ángeles, Marion True, ha sido acusada por la justicia italiana de traficar con objetos saqueados de su territorio.

Grecia también hapedido la devolución de objetos del Getty, uno de los más ricos del mundo, fundado en 1954 por el magnate de las finanzas y el petróleo y coleccionista de arte Jean Paul Getty.

Otra demanda italiana que afecta al Metropolitan de Nueva York fue solventada con un acuerdo que comporta la devolución de las piezas reclamadas, principalmente la vasija de Eufronios, una pieza griega magnifícamente conservada del año 515 antes de Cristo. A cambio, Italia concederá nuevas piezas en préstamo por periodos de 4 años, el máximo autorizado por la ley italiana.

Como consecuencia de estos casos, el presidente de la fundación Getty, Barry Munitz, presentó su dimisión y se ha abierto un debate en el que algunas voces expertas han cuestionado la política de adquisiciones de los museos estadounidenses.

Jane Waldbaum, presidente del Instituto Arqueológico de Estados Unidos (AIA por sus siglas en inglés), la mayor y más vieja organización de este tipo en EEUU, respondió "absolutamente" al ser preguntada si la política de adquisición de los museos es incorrecta.

Waldbaum denunció el secretismo que rodea a esta política y las transacciones oscuras que acaban disfrazadas de donaciones y que, en parte, este pillaje se ha realizado aprovechándose de la desprotección del patrimonio en algunos países.

La última de las demandas a instituciones culturales estadounidenses la recibió la Universidad de Yale del gobierno peruano por los objetos que el ‘descubridor’ de Machu Picchu, el arqueólogo Hiram Bingham, trajo de sus expediciones entre 1911 y 1915.

El problema es totalmente distinto a los del Getty y el Metropolitan -no se trata de un caso de pillaje- y se centra más bien en la interpretación de los contratos que Yale y Bingham firmaron con Lima y sobre si las piezas fueron entregadas en préstamo o a perpetuidad.

En cualquier caso, Waldbaum lo interpretó como "parte de esta oleada de reclamaciones" en las que Italia "ha abierto el camino para que otros países" se sumen.

Tradicionalmente, las demandas de este tipo solían afectar a aquellos museos europeos que llenaron sus vitrinas durante la época de dominio colonial.

La piedra Rosetta, hallada en Egipto por soldados franceses en 1799, o los frisos del Partenón, adquiridos en el mismo año por Lord Elgin, embajador británico ante el imperio Otomano, son dos de los ejemplos más populares que integran actualmente la colección del Museo Británico.