Tarragona www.lavanguardia.es 13/10/2005

Parte de los vestigios de la tintorería, que funcionó entre los siglos I y III, serán visibles en el sótano del edificio.

Tarragona www.lavanguardia.es 13/10/2005

Parte de los vestigios de la tintorería, que funcionó entre los siglos I y III, serán visibles en el sótano del edificio.

A finales de la década de los noventa, la urbanización de un nuevo barrio de 2.500 viviendas en la zona situada junto a la fábrica de Tabacalera de Tarragona no dejó de dar sorpresas a los arqueólogos. En una zona donde en principio no se preveía encontrar restos de gran relevancia se localizó ni más ni menos que la zona portuaria romana con sus muelles, almacenes, restos de industrias y otros elementos como una fuente monumental. En el solar situado entre las calles Manuel de Falla y Felip Pedrell, los arqueólogos localizaron los restos de lo que sería la primera tintorería conocida de Tarraco.

Los hallazgos se produjeron a medida que los constructores iniciaban sus obras y las empresas de arqueología abrían rasas. En el caso concreto de la tintorería, el hallazgo supuso un retraso de las obras de dos años. El proyecto del edificio tuvo que modificarse y levantar las dos plantas de aparcamiento para poder dejar visibles parte de los restos localizados. Ésa fue la decisión de la comisión de Patrimoni de la Generalitat. Según la empresa, los costes de los informes de los arqueólogos, que comenzaron a trabajar en esa obra hace cuatro años, y de la excavación ascendió a unos 32 millones de pesetas, "eso sin contar los gastos que supone el cambio de proyecto y el retraso de la promoción", mantiene el portavoz de la empresa.

Los arqueólogos de la empresa Codex localizaron hasta cuatro pequeñas piscinas sin desagües, en un recinto claramente industrial, donde también aparecieron agujas de hueso, piezas de vidrio y vajillas. Según las investigaciones de los arqueólogos, la tintorería habría funcionado entre el siglo I y el III. El pavimento de la zona de piscinas recogía, en época romana, las aguas en una ánfora también sin desagüe, lo que indica que los líquidos con los que se trabajaba, probablemente tintes para la ropa, eran valiosos y convenía recuperarlos. Las cuatro piscinas estaban protegidas por una cubierta en un amplio patio cuyo pavimento apareció lleno de restos de cenizas y carbón, lo que indica que allí se hacía fuego, probablemente para calentar agua.

Muy cerca se encontró una pequeña cantera y la base de un gran monumento funerario de planta cuadrangular, que podría ser un importante punto de referencia en la zona del puerto romano. Parte de estos restos se han conservado en el sótano del edificio y con una estructura metálica y cristales podrán ser visibles desde la planta baja del inmueble