Alicia Mendo | Mérida www.extremaduraaldia.com 03/12/2009
Un total de 35 imágenes del fotógrado Arnaud Späni.
La Ruta de la Plata acoge a diferentes regiones con sus lugares más recónditos. La exposición fotográfica “Balata. Los Caminos empedrados” recorre de principio a fin esos lugares y muestra al espectador los rincones más preciados.
Un total de 35 fotografías, con una dimensión de 75×75 centímetros, se encuentran expuestas en el patio central del Ayuntamiento de Mérida, enmarcadas en madera de haya en las que el fotógrafo Arnaud Späni explica los principales hitos del patrimonio histórico, artístico y natural de los municipios que hoy en día forman parte de la antigua calzada romana, que fue eje vertebrador de la Península Ibérica.
La Asociación Vía de la Plata ha sido la encarga de poner en marcha esta exposición que, según ha explicado el delegado de Cultura, Julio César Fuster, comenzó el día 9 de diciembre de 2009 en Gijón y culminará en Sevilla, de norte a sur.
El objetivo que se pretender alcanzar con esta exposición itinerante es mostrar los aspectos más destacados de la Ruta de la Plata desde el punto de vista cultural, natural y turístico, y de este modo, se quiere promocionar a uno de los principales itinerarios culturales de hoy en día que se pueden encontrar en España, del que forma parte la capital extremeña. Esta muestra fotográfica estará expuesta desde el 3 al 12 de diciembre.
RUTA VÍA DE LA PLATA
La Ruta Vía de la Plata une al cantábrico con el atlántico andaluz por el occidente peninsular. Aunque adquirió más importancia durante la dominación romana, cuando se integró en el sistema de caminos que articulaban las comunicaciones del Imperio en la península, la ruta existía ya en tiempos prerromanos. Fue el pueblo tartesio quien la utilizó para comerciar con las zonas mineras del norte, y posteriormente los cartagineses la frecuentaron en su penetración hacia la meseta.
No obstante, no fue hasta la llegada de los romanos cuando se comenzaron las tareas de construcción que la convertiría en una importante calzada. El trazado principal enlazaba Emerita Augusta (Mérida) y Asturica Augusta (Astorga) aunque las evidencias arqueológicas demuestran que la vía se prolongaría hasta Gijón y Sevilla, configurándose una ruta que vertebraba todo el occidente peninsular.
Con el transcurso de los siglos, el itinerario siguió manteniendo su función de eje de comunicaciones y permitió no solo la romanización de la península sino que también facilitó la penetración musulmana y, en sentido inverso, la de las tropas cristianas hacia el sur.
Con la llegada del vapor entró a formar parte de la red de comunicaciones del país al construirse un ferrocarril dando origen a importantes infraestructuras viarias de la actualidad, la N-630 y la A-66.
El nombre de “Plata” por el que se la conoce hoy, tiene su origen en tiempos de la dominación musulmana, procede del árabe “Balata”, que significa “camino enlosado o empedrado”.
En el año 1997, con el fin de poner en valor los importantes recursos naturales e históricos-artísticos que atesora esta ruta y darlos a conocer, seis ciudades fundaron una asociación de municipios, la Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta de la Plata. A estas ciudades se han unido veinte más, entre las que se encuentra Mérida.