Jerusalén | REUTERS 03/09/2008
Arqueólogos israelíes presentaron el miércoles una muralla de 2.100 años de antigüedad – junto con botellas de cerveza que se dejaron atrás los investigadores del siglo XIX que descubrieron por primera vez el muro defensivo de piedra.
La pared, en el monte Sión en el extremo sur de la Ciudad Vieja de Jerusalén, se remonta al Segundo Templo Judío, que fue destruido por los romanos en el año 70 después de Cristo.
Yehiel Zelinger, que dirigió la excavación de la Autoridad de Antigüedades de Israel, dijo que la localización de de la pared indica que Jerusalén se había expandido al sur en ese momento, alcanzando su mayor tamaño en tiempos bíblicos.
La pared de 3,2 metros de altura no estaba apoyada en argamasa u otro material adhesivo y formaba parte de una fortificación de seis kilómetros alrededor de la ciudad, declaró.
La actual muralla alrededor de la Ciudad Vieja de Jerusalén es de cuatro kilómetros en circunferencia. La antigua muralla del monte Sión ya no era visible cuando se construyó otra barrera de piedra, también descubierta en la excavación, en el mismo lugar durante el periodo bizantino más de 250 años después. No obstante, la segunda pared siguió casi exactamente el mismo camino.
«Durante esos dos periodos, Jerusalén era el centro (…) para los judíos en el periodo del Segundo Templo y para los peregrinos del mundo cristiano (durante el periodo bizantino)», dijo Zelinger.
Los arqueólogos británicos examinaron el lugar en el siglo XIX, dejándose atrás un zapato, y botellas de vino y cerveza que el equipo de Zelinger encontró y puso en exhibición el miércoles.