Mérida | EFE 21/02/2009

La empresa-taller «Ex Officina Antea» de Mérida elabora dEsde 1991 mosaicos y reproducciones de otras piezas de la antigüedad romana tal y como se hacían hace 2.000 años, a mano y con teselas de piedras naturales, cerámica y vidrios, una obras de arte que decoran viviendas, establecimientos públicos y edificios oficiales.

Así lo ha explicado a EFE la responsable de la empresa, Luisa Díaz Liviano, que ha señalado que el personal de «Ex Officina Antea» comenzó su labor hace 18 años, con el montaje y la restauración de mosaicos que hoy se exhiben en las salas del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) emeritense.

Una vez que acabó allí su labor, se constituyó el taller, que desde entonces se dedica a «un poco de todo» en cuanto a los encargos tanto de particulares como de administraciones públicas, ya sean trabajos clásicos o «modernos».

Se comenzó con la técnica «indirecta», es decir, «el mosaico al revés, con la tesela boca abajo sobre un dibujo», así como con dibujos a mano alzada, con diapositivas y escáner.

«Hoy la digitalización ha llegado al mundo de la artesanía y, sin dejar totalmente la labor manual porque la realización del mosaico es todo tesela a tesela de piedra cortadas a mano una a una, en el dibujo sí se ha metido la digitalización y ya es todo fotografía de originales», ha añadido.

Según Díaz Liviano, esto garantiza «que la copia que se hace sea lo más fiel al original, tanto en escala como en la colocación de la tesela y el color».

Ha agregado que la técnica romana no debía diferir mucho de la que utiliza hoy en talleres como el suyo de Mérida ya que «es todo a mano. El yunque es similar, de hierro, el martillo es prácticamente igual y el material es el mismo, teselas de mármol, caliza, vidrio y cerámica, todas cortadas a mano».

Sí ha reconocido que lo único que no pueden reproducir es la pátina del tiempo porque «esos dos mil años no los podemos copiar fielmente».

En cuanto a la clientela, son tanto articulares como empresas y administraciones públicas, «simplemente, amantes del mosaico. No hay que ser millonario ni tener mucho dinero sino tener el capricho de tener un mosaico en su casa».

Entre los casos más singulares de todos estos años ha mencionado una pareja de emeritenses que en 2008 les encargó una reproducción de la parte inferior del Mosaico Cosmogónico de la Casa del Mitreo de la ciudad, «uno de los mejores del mundo».

Es una pieza con millares de teselas, de varios metros cuadrados, que refleja «la personificación de personajes mitológicos relacionados con el agua, el Nilo, el Faro y la navegación» ya que sus propietarios viven junto al cercano embalse romano de «Proserpina».

En cuanto a la dificultad, ha dicho que, al margen de la mayor o menor complejidad de los motivos y composiciones de figuras, «rizar el rizo son los desnudos, ya que no hay nada pintado sino que es el color natural de la piedra, el de la tesela».

«Hacer un desnudo con diferentes tonos de rosa es complicado, es jugar con la tonalidad natural de la piedra para poder dar ese volumen».

Por otro lado, al margen de esta actividad, «Ex Officina Antea», cuya web es «www.exofficinaantea.artesanosdemerida.com«, dispone de un taller de formación en el que una veintena particulares asisten a clases y elaboran sus mosaicos con sus propias manos.