www.nationalgeographic.com.es noviembre 2013
La Kunsthalle de la Fundación Hypo Cultural, en Múnich, acoge una exposición que reúne centenares de piezas que sobrevivieron a la violenta erupción del volcán.
El monte Vesubio y su violenta erupción acaecida el 24 de agosto del año 79 d.C. han perpetuado la memoria de Pompeya, Herculano y las demás poblaciones situadas alrededor de la base del volcán, que quedaron sepultadas bajo las cenizas hasta el siglo XVIII, cuando se inició la primera excavación. El alegre bullicio de estas prósperas ciudades de la Antigua Roma, situadas al abrigo del golfo de Nápoles, se truncó de un día para el otro. Pero la ceniza y las rocas fundidas que las cubrieron a su vez las protegieron de los estragos del tiempo, a diferencia de otros monumentos de esta civilización, que se conservan ajados y descoloridos. La deslumbrante exposición Pompeya. La vida en el volcán, que se celebra en Múnich, incide precisamente en el carácter vitalista de estas poblaciones que se asentaron reiteradamente en las fértiles laderas de un volcán humeante, a sabiendas del peligro que corrían, y que hoy continúan expuestas a una catástrofe. La muestra se inauguró el 15 de noviembre y permanecerá abierta hasta el 23 de marzo de 2014 en la Kunsthalle de la Fundación Hypo Cultural.
Aproximadamente 260 piezas integran esta retrospectiva sobre la vida que bullía a la sombra del monte Vesubio: una amplia variedad de objetos cotidianos, murales originales, esculturas de bronce y de mármol, joyas de oro y vajilla de plata, procedentes de distintos yacimientos vesubianos. Se exhiben piezas importantes como la estatua de bronce de un atleta, de Herculano, y otros hallazgos realizados en las últimas décadas como el refinado mosaico de una fuente, de Massa Lubrense, que se expone por primera vez al público, tras haber sido restaurada una parte del mismo para esta muestra. También se han incluido objetos que se remontan a la Edad del Bronce, que atestiguan la presencia humana en la zona desde tiempos remotos, además del fabuloso mobiliario y el tesoro de plata de la casa de Menandro, una villa señorial de Pompeya.