Ana Van Den Eynde | Atenas www.20minutos.es 24/02/2006
La acrópolis de Atenas es sólo el comienzo de una aventura que parte en el centro de la capital griega y termina en la isla de Egina, en pleno mar Egeo.
Una enciclopedia de historia, arte y mitología. Al sur y con 4 millones de habitantes se encuentra Atenas, uno de los destinos turísticos más solicitados de Europa.
Vayas donde vayas, siempre será alrededor de la monumental acrópolis, con su Partenón, su Templo de Atenea Niké, su Erecteion y su propio Museo Arqueológico. Se puede comenzar aquí el recorrido, ya que es el corazón de la capital y un punto de referencia importante en la arquitectura de Occidente.
Debajo espera la colina de Areópago, la de Filopapou, la iglesia bizantina de Agios y el monte de Pnix. Es recomendable subir a uno de los puntos más altos para obtener una vista espectacular –cámara en mano– de la ciudad completa.
Al salir de este laberinto vegetal, y bajando por la calle peatonal Apostolou Pavlou, se encuentra el barrio de Monastiraki: paraíso comercial de la artesanía y el regateo. Cerca está también otro gran centro de ocio, el barrio de Plaka: tiendas, restaurantes, bares de copas, y todo al pie de la gran acrópolis.
Y por la noche, de juerga
No hay que perderse el ambiente nocturno de la zona, con el efecto de cuento de hadas que irradia el Partenón iluminado. Si lo que se busca es un poco de marcha, el escenario idóneo se llama Psiri, un cóctel de música en vivo con degustación de comida típica (imprescindible probar la musaka).
Sin salirse de Acropolandia está el Antiguo Agora o mercado y el Arco de Adriano. Si hay tiempo, nada mejor que coger un ferry y presentarse en la isla Egina, a una hora del puerto, para comer un pescadito a buen precio.
Consejos de viajero
Una zona perfecta para alojarse es la plaza de Sintagma, donde salen autobuses hacia el aeropuerto las 24 horas (ida y vuelta), o la plaza Omonia, ambas ubicadas en el centro y de fácil acceso al metro. Una pista: para los que no se defienden ni en inglés ni, como era de esperar, en griego, es muy útil el recepcionista del hotel Ionis: veterano, honesto, amable… y con buen dominio del castellano. En la foto, el barrio de Monastiraki.