J. A. Abasolo | Álava www.elcorreodigital.com 18/12/2008
El Ayuntamiento aprueba el proyecto, que incluye una de las principales calzadas europeas, un poblado y un recinto ganadero. Se recreará parte de las construcciones desaparecidas y se rodearán de paseos.
Casi un millar de vecinos de Mariturri tendrá vistas a un valioso yacimiento romano, transformado en un flamante conjunto de jardines escalonados donde se protegerá y exhibirá los vestigios de un poblado, una estación de postas, una zona ganadera y una de las calzadas europeas más importantes. El Ayuntamiento ha dado su visto bueno al plan de urbanización diseñado por la ingeniería Diteco, que contempla este gran parque de uso público y 30.000 metros cuadrados de extensión, rodeado por ocho bloques con 934 viviendas protegidas.
El diseño, al que ha tenido acceso EL CORREO, incluye también un estanque, muy cerca del río Zarauna, un afluente del Ali. El Consistorio y los promotores de Zabalgana, agrupados en la sociedad Ensanche 21, han cumplido así su compromiso de integrar el yacimiento arqueológico descubierto hace siete años en una urbanización de novísimo cuño. El presupuesto del jardín es de 3,3 millones.
En otoño de 2001 un equipo científico dirigido por los arqueólogos Paquita Sáenz de Urturi y Julio Nuñez confirmó los indicios de la existencia de un asentamiento romano junto a la carretera N-102. La pista se la dieron varios agricultores de Armentia que se toparon en sus piezas con restos de cerámica. Cuatro años después los expertos probaron que el entorno del paraje de Mariturri, hoy ya parcialmente rodeado de bloques de viviendas, era cruzado por una de las principales calzadas romanas europeas.
En el proyecto encargado por la junta promotora del sector 6 de Zabalgana -denominado Marituri por el topónimo del lugar que ocupa-, el eje del diseño urbano es un paseo que cruzará en diagonal el parque. Recorre el trazado que tenía la Iter 34, la ruta pavimentada que unía Burdeos con Astorga. Comenzará cerca de la N-102 y saldrá de la gran manzana ajardinada a espaldas del bloque de doce plantas que la cierra por el Oeste.
La ingeniería Diteco ha segmentado en tres ámbitos un espacio de 30.000 metros cuadrados, equivalente a tres campos de fútbol. Se trata de una zona que ya está siendo rodeada por ocho bloques de pisos. El lugar en el que aparecieron las ruinas de un cercado ganadero, una especie de alquería o cortijo, según Sáenz de Urturi, estará dentro de un campo de césped. El público podrá acceder hasta él y rodearlo. Las otras dos áreas arqueológicas, correspondientes ambas al poblado, se reparten a los dos lados de la senda peatonal que discurrirá por el mismo lugar que la calzada de Astorga.
Los viadantes, en cualquier caso, no pisarán en ningún momento el enlosado de la calzada original. La mayor parte de ella será cubierta con tierra, una vez que los arqueólogos la protejan con láminas de plástico. Es la mejor forma de proteger ese valioso vestigio histórico. «Lo importante es saber con precisión dónde están los restos para que no se excave ni se construya sobre ellos», indica Sáenz de Urturi.
Suelo de colores
Para los arqueólogos, los restos de la calzada son los más importantes del conjunto. Sáenz de Urturi indica que el poblado y la alquería «son de la época romana». Esto quiere decir que coincidieron en el tiempo con la época del dominio imperial, pero no se puede confirmar que fueran establecidos por iniciativa romana. Los escasos restos que quedaban de la zona de postas, en la que los correos del emperador intercambiaban mensajes y caballerías, fueron afectados por las obras de edificación de la zona, por lo que no se podrán recuperar. Se trata de una de las pocas que quedan en la península.
Todos estos vestigios se podrán observar desde unos jardines escalonados, con rampas y escaleras. Esta sucesión de terrazas tendrá, en cada nivel, unas sendas para acercarse a los restos que, en la parte del poblado serán los originales, salvo algunas zonas que serán imitaciones reconstruidas.
La urbanización «tendrá una gran calidad». El terrazo será de distintos colores. Los muros que circundarán las rampas se cubrirán con acero y serán rematados con balaustradas de diseño. La actuación también comprende una mejora forestal de las orillas del arroyo Zarauna, que bordea en yacimiento por su flanco Este.