Bruno Geller www.agenciacyta.com.ar 01/08/2007
Hallaron una prótesis dental en una Necrópolis de Roma que data del siglo I o II A.C. Constituye la primera evidencia arqueológica de la avanzada odontología de la época imperial romana.
Bruno Geller www.agenciacyta.com.ar 01/08/2007
Hallaron una prótesis dental en una Necrópolis de Roma que data del siglo I o II A.C. Constituye la primera evidencia arqueológica de la avanzada odontología de la época imperial romana.
Durante la realización de excavaciones arqueológicas en la necrópolis romana de Viale della Serenísima se halló una prótesis dental sostenida con alambres de oro entre los restos parcialmente cremados de una mujer adulta.
Según revela la revista científica The American Journal of Medicine, esa pieza odontológica que se remonta al siglo I o II A.C. suministra la primera prueba tangible de una prótesis dental elaborada en la época del Imperio Romano. El hallazgo confirma las descripciones que aparecen en la literatura de ese período.
En un libro de medicina, el doctor Cornelius Celsus (25 a.C.-50 d.C.) explica: «Si por algún golpe u otras razones los dientes están inestables, deben ser atados con un alambre de oro a los dientes sólidos». Según Simona Minozzi, investigadora del Departamento de Antropología de la Universidad de Pisa (Italia), el satírico Marcial (40 DC. -104 d.C.) acostumbraba hacer bromas sobre las aplicaciones dentales: «Lucania tiene dientes blancos, Thais marrones. ¿Cómo puede ser? Una tiene dientes postizos, la otra los propios. Y tu, Galla, en la noche deja a un lado tus dientes como lo haces con tu vestido de seda».
Si bien se han encontrado varias prótesis dentales etruscas del siglo VI y IV a.C., hasta la fecha no se había hallado evidencia arqueológica de esos materiales fabricados en el período romano. De acuerdo con Minozzi, la prótesis dental hallada era un «diente artificial», que ocupaba el lugar del incisivo central derecho. A simple vista, es posible observar la presencia de dos alambres de oro que pasan por un agujero de ese diente y que están firmemente atados a los dientes adyacentes.
Minozzi y sus colegas creen que el «diente artificial» pertenecía a la misma mujer y que luego de haberse caído, fue utilizado nuevamente para hacer la prótesis. Gino Fornaciari, de la División de Paleopatología -ciencia que estudia las enfermedades padecidas por personas o animales en la antigüedad- de la Universidad de Pisa, señala: «Probablemente la caída de ese diente es resultado de una severa periodontitis», una enfermedad de etiología bacteriana que afecta el tejido de sostén de los dientes.