EFE 30/10/2008
Uno de cada 17 habitantes de la región del Mediterráneo tiene probablemente raíces fenicias, según revela una investigación genética publicada hoy por la revista «American Journal of Human Genetics».
Según científicos del Proyecto Genographic, los fenicios no sólo legaron al mundo el alfabeto y su amor por el color púrpura, sino también muchos de sus genes.
Chris Tyler-Smith, del Instituto Wellcome Trust Sanger y científico de Genographic, indicó que al comenzar el estudio no se sabía nada de la genética de los fenicios. «Todo lo que teníamos para guiarnos era la historia. Sabíamos dónde se habían establecido y adónde no habían llegado». Sin embargo, con la ayuda de la genética moderna, se logró ubicar a quienes son descendientes de «ese pueblo extinguido».
Considerados los primeros «capitalistas globales», los fenicios controlaron durante casi un milenio el comercio en toda la región del Mediterráneo, incluyendo España y el norte de Africa, donde fundaron Cartago, que fue su centro de operaciones. Su apogeo duró hasta el siglo II A.C. cuando cayeron bajo el imperio romano. En los siglos siguientes mucho de lo que quedó de ese pueblo se perdió o fue destruido.
El nuevo método analítico buscó características genéticas en hombres modernos a través del cromosoma «Y» que se presenta exclusivamente en los varones. Esas características resultaron ser más comunes en regiones que fueron fenicias que en otras cercanas donde esos comerciantes de la antigüedad nunca vivieron.
Según el informe, el estudio incluyó a habitantes desde las costas del Líbano hasta las de España, incluyendo las de Túnez y las riberas italianas. Daniel Platt, del Centro IBM de Biología Informática en el Centro T.J. Watson de Investigaciones, señala en el estudio que los resultados muestran que los asentamientos fenicios están marcados por una característica genética diferente a la que hubiesen dejado otros grupos.
La consideración de las características en su conjunto sugiere que los fenicios contribuyeron al menos en un 6 por ciento a las poblaciones modernas; un niño en cada escuela, desde Chipre a Túnez, puede ser un descendiente directo de los comerciantes fenicios, indica el estudio.
«Esto demuestra que estos asentamientos (fenicios), algunos de los cuales sobrevivieron centenares de años, dejaron un legado genético que persiste en los tiempos modernos», señalan los científicos.
Según Pierre Zallua, investigador de Genographic para Oriente Medio y el Norte de África, el estudio saca a la luz «una magnífica parte del legado de nuestra población que había sido enterrado u olvidado». El científico añadió que también es «un baluarte clave contra la incomprensión o los conceptos equivocados de nuestra historia».