Virginia León | Cádiz www.diariodecadiz.es 22/09/2013

Expertos y arqueólogos sostienen que la ambiciosa obra que mantiene cerrado el Teatro Romano es «injustificada», a juzgar por los resultados.

Más de tres años han pasado desde que el Teatro Romano cerrara sus puertas al visitante para iniciar una de las obras más ambiciosas que jamás se haya proyectado sobre el monumento. Un proyecto que convertiría al teatro más antiguo de Hispania y segundo más grande en extensión, en todo un referente turístico dotado de un interactivo Centro de Interpretación -construido y cerrado desde marzo de 2010-, que completaría el visionado de su fisionomía con la puesta en valor de nuevos restos excavados de la desconocida escena y la orchestra bajo los edificios colindantes (Mesón, 15 y Bajada de Escribanos, 1), bajo las pautas marcadas por el experto arquitecto en consolidación de terrenos Emilio Yanes.

Tres años han pasado, y tras una inversión que supera los 2 millones de euros destinados tanto al Centro de Interpretación, como a la musealización y a las obras de consolidación y excavación, continúan «sin apreciarse resultados que verdaderamente justifiquen la inversión». Así lo confirman casi al unísono los distintos expertos, arqueólogos y arquitectos sondeados por este medio, que tras el telón del Teatro de Balbo narran of the récord los «errores» cometidos en una obra que consideran «totalmente injustificada», en cuanto a planteamiento, inversión, metodología y el tiempo que ha mantenido y mantiene fuera del circuito turístico gaditano a la joya arqueológica más preciada de la ciudad, que languidece tras las rejas que lo separan de los cientos de turistas que cada día, desde hace más de tres años, lo fotografían entre escombros y herrajes.

Una decisión «que ha pecado de ambiciosa», coinciden prácticamente todos los profesionales consultados, y que «vino impuesta desde Sevilla», desde la Dirección General de Bienes Culturales, «quien también determinó el cambio de rumbo de una intervención arqueológica que afrontaría un equipo de profesionales de la UCA», dicen.

Según las cifras que a lo largo de estos años ha ido brindando la Junta de Andalucía, la inversión ha superado los 2 millones de euros, que como consta en el cartel informativo de Obras de Emergencia ante el Teatro, han sido cofinanciados por la Unión Europea. La cifra pertenece a los 544.296 euros que supuso la construcción del coqueto Centro de Interpretación ideado por Tomás Carranza y Javier Montero, a lo que se suma la partida para las obras de consolidación y excavación, cuyo presupuesto inicial se fijó en 1.380.000 euros, partida que se agotó en octubre de 2011. Posteriormente la Junta de Andalucía volvió a anunciar una nueva inversión de 460.000 euros para la consolidación y excavación, que insufló recientemente con otros 102 mil euros. Aparte, todavía está pendiente adjudicar la musealización del Centro de Interpretación, cuya inversión de 130.000 euros también fue anunciada recientemente, una cantidad mucho menor a los 394.349 euros con que fueron adjudicados en un principio, y que originariamente corrían a cuenta de los Fondos Feder.

Con las cuentas por delante, la pregunta es cuándo y con qué novedades abrirá el Teatro de Balbo, que vio pasar el año del Bicentenario sin pena ni gloria.

Según anunció a finales de julio la delegada de Cultura, Cristina Saucedo, el esperado evento se producirá a final de año. Si bien, todavía no se ha comunicado si abrirá las puertas desde la nueva entrada planificada por el Centro de Interpretación, como estaba previsto para la previa comprensión del monumento, aunque no parece que se produzca en estas fechas. De hecho, desde la Delegación Provincial de Cultura afirman que la Dirección General de Bienes Culturales «está trabajando en el Plan Director para decidir la futura puesta en valor del conjunto -yacimiento y del propio Centro- una vez finalicen las obras de consolidación».

Hasta ese momento no se adjudicará la musealización, pese a que ya se hizo una vez a finales de 2010 a la empresa extremeña E-Cultura Net. Pero la crisis ya estaba bien instaurada y la empresa entró en suspensión de pagos en febrero de 2012, por lo que la Junta decidió romper el contrato.

El centro, según afirma una fuente cercana a la obra, «ha sido dañado» con las labores de inyección de hormigón para consolidar los edificios. Si bien, Cultura habla de daños menores en un ventanal que «serán reparados por la empresa».

Algo más se conoce de las labores de consolidación, que según explicó Emilio Yanes en su momento, eran prioritarias para afianzar la seguridad de los edificios y sus habitantes. Fuentes cercanas a la excavación aseveran que «ya están terminando las obras de adecentamiento de la fachada y preparación de los arcos de descarga para futuros, muy futuros proyectos de excavación», cuyos trabajos lleva a cabo la UCA, que colabora además en la tutela del monumento.

Desde la Delegación de Cultura insisten una vez más en la «complejidad y delicadeza de una obra que avanza lentamente según el criterio de los técnicos».

Poco ha trascendido de los resultados de la excavación, que «no parece merecer los enormes costes de lo que supone la totalidad de la obra», afirman varios arqueólogos y arquitectos sondeados.

Resultados que se dejarán ver bajo los imponentes arcos de acero enclavados en las medianeras de estos edificios colindantes al Teatro, pertenecientes a la parte baja del graderío y la zona de la orchestra. Lo que ha cambiado, según estas mismas fuentes, es que sólo permanecerá a la vista del espectador lo excavado en el intradós del arco, apenas un metro hacia adentro, en lugar de los tres metros que inicialmente se pretendía excavar. Fuentes de la propia intervención aseguran que hay novedades en los hallazgos, pero la Delegación de Cultura rebate que nada nuevo más allá de las tres columnas de ónix y restos de decoración icónica en varias cornisas de época Augusta, realizadas en mármol de Carrara.

Previamente también se estudió la zona de asientos privilegiados y también aparecieron restos de la estructura de la alcazaba y evidencias de época almohade y taifa.

Ante estos resultados, uno de arqueólogos se cuestiona si realmente ha merecido la pena esta actuación, «cuya metodología es una barbaridad, arqueológicamente hablando». Asevera en este sentido que «los estratos nunca se excavan en túnel, sino de arriba a abajo, salvo excepciones como era este caso. Se sacrificó la metodología por unos fines que no se están viendo», puntualiza.

Otro experto conocedor de los trabajos señala que «sí que merece la pena toda actuación vinculada a la excavación del Teatro». «Otra cosa es la valoración de lo que pudo haber sido, y lo que realmente es». Este mismo profesional aboga por la apertura inmediata del Teatro, cuyo cierre no sólo perjudica al turismo en la ciudad, sino a los comerciantes de la zona, que vuelven a insistir desde la plataforma Platero en la necesaria reapertura.

También han puesto sobre la mesa el «mal aspecto» que presenta en la actualidad el Teatro Romano de Gades, «de los peores de España, con dos fachadas agujereadas», además de señalar el aspecto descuidado y de abandono actual, consecuente de su estado en obra continuada.

«En el momento que se aprobó este proyecto el Teatro pasó a segundo plano», comenta otra experta. «Se trata de excavar bajo edificios, donde vive gente, y su seguridad es la prioridad, como es lógico». Por este motivo se pregunta si «era necesario hacer lo que se ha hecho». A su juicio «son las consecuencias de una decisión que llega desde otra ciudad, desconozco el origen de esta mala decisión que fue aceptada por políticos que no supieron parar esta barbaridad», dice, contundente.

Lo que pudo haber sido
Es cierto que hablar a toro pasado de nada sirve, pero los arqueólogos conocedores del asunto aseveran que eran otras las necesidades que padecía el Teatro Romano y muchos los planteamientos que hubieran resultado «más sensatos». Consideran excesivo el proyecto de consolidación, abogando por «la política de expropiación, realojo, derribo y excavación que se había llevado anteriormente en el barrio, desde la aparición del Teatro», comentan. También apuesta otro entrevistado por «el derribo del edificio manteniendo la fachada».

Consideran prioritario atajar los «problemas de filtraciones que ya tenía el Teatro en la zona de galerías, aparte de la limpieza y mejora de accesos por el Campo del Sur». Propuestas que desgranan tras el telón de un Teatro cuyo cierre le está costando caro a esta ciudad.

FUENTE: http://www.diariodecadiz.es/article/ocio/1607466/tras/telon.html