P. Huguet | Valencia www.lasprovincias.es 29/04/2009
Una nueva sala del Museo de Prehistoria de Valencia dedicada al dinero muestra la primera moneda ibérica, denarios romanos y dinares islámicos, entre otras piezas.
Algunas de las expresiones y refranes valencianos, y también castellanos, tienen como protagonista al dinero. Por ejemplo: «Serà per diners!» o «els diners i el collons, per a les ocasions».
Pero no es esta la razón por la cual el Museo de Prehistoria de Valencia acaba de abrir una nueva sala de exposición permanente llamada Història dels diners. El nuevo espacio del edificio de la Beneficència cuenta con «algunas joyas numismáticas» y con ejemplos de tesoros valencianos «de gran valor patrimonial» y que en la mayoría de casos son fruto de «hallazgos casuales», explicó Helena Bonet, directora del museo.
Aunque la muestra incluye algunos objetos de elevada importancia a nivel europeo y mediterráneo, el objetivo de la sala es ofrecer «un magnífico recorrido desde el Paleolítico inferior hasta la romanización», resumió la diputada María Jesús Puchalt.
La sala, de 150 metros cuadrados, reúne 2.000 de las 15.000 piezas del fondo del museo. No sólo exhibe monedas, sino otros objetos relacionados con el concepto de dinero: la reproducción de un banco de 1911, un billete chino del siglo XIV, una explicación del trueque con muñecos Playmobil, cómo era una ceca (taller de fabricación artesanal), una caja registradora o una de caudales del siglo XVIII, restaurada por la Diputación.
Manuel Gozalbes, responsable de la colección, apuntó que la exposición no posee ninguna «pieza única». Pero entre las más destacadas figura un óbolo de Arse (Sagunto) del siglo IV a.C. y, por tanto, anterior al asedio de Aníbal. Se trata de la primera moneda ibérica conocida. La pieza valenciana más antigua que puede conocerse en este espacio es un lingote de plata ibérico de la Bastida de Les Alcusses (Moixent), datado alrededor del siglo V a.C.
Hay monedas griegas -de las ciudades-estado y los siglos V al II a.C. y dracmas de Alejandro Magno- y también romanas (s. III-II a.C.), como una acuñada con el nombre de Valentia (s. II-I a.C.).
Para Gozalbes son muy interesantes los tesoros valencianos. Entre ellos, el de la calle Santa Elena de Valencia (s. XI, época islámica), «de los más importantes del mediterráneo», y el de Llíria, de gran relevancia en Europa y que reúne casi 6.000 denarios romanos de los siglos II y III d.C.
También hay ejemplos de tesoros, del siglo II a.C. al XIX: de Jalance, Monforte del Cid, Oliva, Sinarcas, Benifairó de la Valldigna, Riba-roja, Puçol, Requena y la calle Llibertat de Valencia.
La historia local es recorrida a través de sus vestigios numismáticos. Además de los bronces ibéricos de Sagunto y Xàtiva, hay piezas de la Valentia romana, dinares de la Balansiya islámica (s. XI y XII) y fragmentos de Dénia y Alpuente, un timbre de oro de Alfons el Magnànim (la única denominación monetaria creada por los valencianos) o un ducado de los Reyes Católicos, época en que la mayor acuñación de la península se hacía junto al Turia.