Ángel Gómez Fuentes | Roma www.abc.es 09/09/2014
Vuelven a ver la luz diez casas, cerradas desde hace años por falta de personal.

Las excavaciones arqueológicas de Pompeya no ofrecen solo noticias amargas, como sus derrumbes o robos. Llegan ahora buenas noticias. La oferta de visitas se ha ampliado a diez nuevas domus, cerradas por falta de personal de seguridad. La contratación de treinta nuevos vigilantes, entre las 9.000 solicitudes, permitirá que los turistas accedan a edificios y domus que no se veían desde hace años. Entre los edificios más importantes abiertos ahora de forma estable figuran las Termas suburbanas, que han estado cerradas en los últimos tres años. Era posible admirar otras salas para baños fríos y calientes en otros edificios pompeyanos, pero estas Termas suburbanas cuentan con una especial atracción: pinturas eróticas, una especie de Kamasutra o catálogo erótico de la época, como en ningún otro lugar de la Roma imperial se había visto.

Famosa es la decoración en dieciséis paneles con representaciones de escenas eróticas, incluso entre tres o cuatro personas. Se pagaba por entrar en estas termas, la propiedad era privada y no había distinción entre áreas para hombres y mujeres, quizás solamente los horarios eran diversos. Los servicios que se ofrecían eran de primera clase, entre otros una piscina cubierta con vista panorámica. Las escenas eróticas, que han hecho célebre a este monumento en todo el mundo, fueron sacadas a la luz entre 1985 y 1987 por la arqueóloga Luciana Jacobelli, y han sido objeto de debate. Para algunos, las pinturas representarían las «prestaciones» ofrecidas por las prostitutas a los ricos comerciantes que se acercaban a Pompeya para realizar sus negocios. Jacobelli rechaza que las termas fueran un prostíbulo y defiende que las pinturas tenían un sentido lúdico y decorativo en los baños.

Junto a los prostíbulos
Más allá del debate, se sabe que en Pompeya, cerca de los baños públicos se concentraban los prostíbulos. Las escenas eróticas sirven para testimoniar algunas costumbres del siglo I (Pompeya fue sepultada por las cenizas del Vesubio en el año 79 d.C.), mostrando que no había tabú sobre el argumento. En las ciudades en torno al Vesubio, las pinturas, estatuas y objetos con referencias eróticas no se referían solo a los burdeles o lugares como las termas. A este respecto, cabe destacar el archifamoso grupo marmóreo «Pan y la cabra», descubierto y recuperado en 1750 en la Villa dei Papiri, en las excavaciones de la localidad de Herculano, a 16 kilómetros de Pompeya. El Rey Carlos III encerró la escultura erótica del dios de la naturaleza Pan, fecundando una cabra, bajo llave. Hoy se conserva en el Museo Arqueológico de Nápoles.

Otras «domus» reabiertas
Casa de Marco Lucrezio: algo excepcional son las tuberías con los grifos, que se han conservado. En una habitación se encontró una carta dirigida al propietario, sacerdote de Marte.

Casa de Apollo: adopta el nombre del dios representado varias veces en los frescos.

Casa de la Caccia Antica: las pinturas se hallan en buen estado de conservación. Algunas se llevaron al Museo Arqueológico de Nápoles.

Casa de Cornelia: fue una de las primeras domus que se mostraron de las exacavaciones de Pompeya. Especialmente interesante es su atrio.

Casa del Larario de Achille: se realizaban trabajos en la casa cuando fue sepultada por la erupción del Vesubio. Hay hallazgos importantes sobre las técnicas usadas en la restauración y en los frescos.

Casa de los Ceii: pertenecía a una familia ligada al comercio de vinos y a la vida política.

Noticias relacionadas

FUENTE: http://www.abc.es/cultura/arte/20140909/abci-reabren-termas-pompeya-erotismo-201409081958.html