Diego Narváez | Málaga www.elpais.com 30/12/2010
De la Torre reivindica la propiedad del teatro, que la Junta atribuye al Estado.
El listado de litigios entre el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y la Junta es tan largo y afecta a cuestiones de tan diversa índole que casi nada debería resultar sorprendente. Pero hasta ahora a nadie se le había ocurrido plantearse a quién pertenece el Teatro Romano, y esa es la cuestión que estas navidades añade el alcalde al zurrón de sus reivindicaciones.
Después de un largo periodo de rehabilitación con nuevas excavaciones y estudios que, entre unas cosas y otras, han durado 15 años, recién inaugurado el centro de interpretación, y con la calle Alcazabilla por fin despejada y reconvertida en una gran plaza que tiene a un lado el Museo Picasso y al otro el reluciente teatro, el foro no solo es un importante atractivo turístico, sino que es apto también para albergar representaciones teatrales. Servir de teatro fue el objetivo que siempre persiguieron las intervenciones de la Consejería de Cultura.
El pasado 3 de diciembre, el delegado del departamento en Málaga, Manuel Jesús García, se dirigió al Consistorio para pedir asesoramiento sobre los requisitos que debían seguirse para que un recinto de estas características obtuviera la licencia correspondiente para poder albergar espectáculos.
La respuesta del alcalde cogió con el pie cambiado a la Junta, ya que arguyó que es el Ayuntamiento a quien compete programar las actividades del teatro, porque le pertenece, y recabó añadidamente colaboración a la Junta para hacerlo. De la Torre recuerda que en su momento el Consistorio ya organizó representaciones teatrales antes de la rehabilitación del monumento, que siempre estuvo a su cargo.
La Junta, en cambio, sostiene que la titularidad del Teatro Romano de Málaga es estatal, y que está inscrita por la Dirección General del Patrimonio en el registro de la propiedad desde 1997, cuando, recuerda García, el PP tenía los gobiernos municipal y nacional «y nadie dijo nada». La Junta aduce que tiene la gestión y uso del Teatro Romano de Málaga desde que en 1984 se realizaron las transferencias de competencias en materia de cultura.
Para tratar de demostrar su razón, el Ayuntamiento esgrime un acuerdo de pleno del 2 de septiembre de 1940 en el que el Consistorio cedió al Estado el solar de 1.800 metros en el «lado este» de la calle Alcazabilla para la construcción de un «palacio de archivo, biblioteca y museo». Y durante la construcción de la Casa de la Cultura fue cuando se descubrieron los restos del Teatro Romano.
En 1992 la Casa de la Cultura fue demolida precisamente para poder recuperar el teatro y realizar nuevas excavaciones en un conjunto arqueológico que, más tarde, con ocasión de la preparación del Museo Picasso, ha permitido resituar el origen de la ciudad de Málaga en torno al siglo VII antes de Cristo con los restos fenicios hallados en el entorno.
De la Torre envió ayer una carta al delegado de la Consejería de Cultura en la que le manifiesta que el Consistorio siempre ha querido recuperar las representaciones teatrales y le emplaza a mantener una reunión para abordar el asunto.
La Junta dice que la cuestión de la propiedad es «secundaria» y que espera que el alcalde no produzca una nueva confrontación que retrase la puesta en uso del teatro».