María García Esperón 03/03/2008
«La luna se oscureció al levantarse en el poniente cubriendo su nocturno sufrimiento. Porque vio su bello nombre, Selene, descender sin aliento al Hades. Compatió con ella la belleza de la luz, y mezcló so soledad con la muerte.» (Epigrama de Krinagorasis. Siglo I D.C).
Según la costumbre romana, la joven Cleopatra Selene, hija de la legendaria Cleopatra y del general romano Marco Antonio, acaba de recibir la noticia de que su matrimonio ha sido concertado con Juba II, hijo del rey de Mauritania que, como los propios Cleopatra y Marco Antonio, se suicidó para no afrontar la derrota de su reino ante el Imperio Romano. Como Juba II, Cleopatra Selene sigue siendo una reina, aunque se convirtió en esclava de los romanos cuando Roma derrotó al imperio egipcio y cayó la ciudad de Alejandría.
Esta es la carta maravillosa y conmovedora que Cleopatra Selene le escribe a su ciudad caída, para rendirle tributo y consagrarla en la memoria, pero también para contarle cómo vive su propia felicidad y su desdicha en Roma, después de la derrota de su linaje de faraones. Esta novela extraordinaria obtuvo el Premio Norma-Fundalectura 2007. Esta fabulosa novela está dirigida a los lectores adolescentes, a quienes se quiera introducir a la historia y a la cultura del Imperio Romano. Así mismo, está dirigida a todos aquellos lectores que quieran conocer y comprender las particularidades del género epistolar y del relato histórico.
Querida Alejandría es una de los mejores ejemplos de la novela juvenil de América Latina. Su tono, a la vez poético y franco, logra acercar a los lectores adolescentes de hoy al escenario de la Roma Imperial. En esta prodigiosa novela las circunstancias políticas y culturales no son distintas de los conflictos personales e íntimos de sus jóvenes protagonistas, acercando el relato histórico al presente de los lectores.
Querida Alejandría
Novela
Editorial Norma