La asociación Rasar destaca el valor de los restos, declarados BIC en 1978 – Medio centenar de personas se concentran por segunda vez para pedir la recuperación del monumento.
Alrededor de cincuenta personas participaron ayer en la segunda concentración convocada por el colectivo Recuperem i salvem l´acueducte de s´Argamassa (Rasar) para exigir que, de una vez por todas, se ponga fin al «deterioro» que, según critican, sufre esta obra arquitectónica romana, «abandonada» por las administraciones.
Con una serie de carteles colocados a lo largo de los 400 metros de recorrido del acueducto, la asociación quiso poner de manifiesto por una parte el valor del acueducto y de los yacimientos y, por otra, la dejadez que padecen.
«Está usted ante un monumento histórico-artístico. Servía para proveer de agua dulce a los barcos y las piscifactorias. Los barcos atracaban donde concluía su trazo y donde se encontraban unas construcciones, hoy yacimientos. En 1978 fue declarado Bien de Interés Cultural», era parte de la información que podía leerse sobre un monumento que, según la presidenta de Rasar, María Jesús García Ojosnegros, el Ayuntamiento de Santa Eulària «omite» en sus folletos de información turística.
Junto a esto, los comentarios de denuncia sobre su estado: «El acueducto y los yacimientos mueren y desaparecen ante nuestros ojos. Están siendo devorados por el tiempo, el desdén, el desinterés y la pasividad. Los reconocerás porque están llenos de basura, escondidos o inaccesibles».
Desde Rasar resaltaron que, pese a las promesas de las administraciones, hasta el momento lo único que se ha hecho por el acueducto ha sido retirar hierba. «Pero no creo que esto sea todo lo que se puede hacer por él», subrayó Bienvenido González, miembro del colectivo, mientras algunos de los asistentes a la protesta se preguntaban, irónicos, si los restos de un váter que había junto al monumento eran romanos. «Como se puede ver, basura hay por todas partes», insistió González.
Ante esta situación, tanto González como la presidenta del colectivo se preguntaron dónde ha ido a parar el dinero que se supone que se iba a destinar a arreglar el monumento.
Entre los asistentes a la protesta había miembros de Rasar, vecinos de la zona y personas llegadas de distintos puntos de la isla e incluso de la Península. «Me enteré por el periódico y me pareció increíble que estuviera en este estado de degradación», comentó Sagrario García, que aseguró haber venido expresamente desde la Península para participar en la concentración.
«Eivissa no tiene tantos BIC como para dejar caer éste», resaltó García Ojosnegros, quien no descartó acudir a los tribunales para salvar este monumento si es necesario.