La
escenificación
de La
Paz,
de
Aristófanes,
inaugurará
la IL
edición
del
Festival
de Teatro
Clásico de
Mérida el
próximo 2
de julio,
según
versión de
Miguel
Murillo y
dirección
de Juan
Margallo.
Es una
producción
del
Festival
que cuenta
con un
cuadro
artístico
encabezado
por
Joaquín
Kremel y
acompañado
por 17
actores
extremeños
seleccionados
expresamente
en los
castings
realizados
la semana
pasada en
Mérida.
El
Festival,
que
conmemora
este año
su
septuagésimo
aniversario,
prolongará
su
programación
hasta el
23 de
agosto y
ofrecerá
siete
espectáculos
en la
escena del
Teatro
Romano, el
ciclo
Estrellas
bajo las
estrellas
de Mérida
en el
Anfiteatro
Romano y
sus
acciones
paralelas
enmarcadas
en el
Ciclo
Ideas
y el
Festival
Alternativo.
La
Lisístrata
de
Carles
Santos
Tras La
Paz
(que
estará
presente
durante
los días 2
a 6 y 10 a
12 de
julio),
llegará al
espacio
del Teatro
el montaje
espectacular
que Carles
Santos
prepara de
Lisístrata, una
producción
de la
Fundación
de las
Artes
Escénicas
de
Valencia y
el
Festival
de Mérida.
Santos
está
reconocido
por la
crítica
especializada
internacional
como el
gran
revolucionario
de la
escena. Su
peculiar
sentido de
la
estética y
su
capacidad
para hacer visible
la música
a través
de
potentes
imágenes
teatrales
cargadas
de fino
sentido
del humor,
le han
situado en
la punta
de lanza
de la
vanguardia
artística
más
rigurosa y
coherente.
Pero a
pesar de
ello y de
lo
avanzado
de sus
propuestas,
Santos ha
logrado el
milagro de
no
despegarse
del gusto
popular,
con lo que
sus obras
complacen
por igual
al crítico
más
exigente y
al
espectador
menos
avezado.
Dos
personajes
fundamentales
son
Lisístrata
y
Aristófanes;
cada uno
de ellos
ocupará
uno de los
espacios
determinados.
Lisístrata
encabezará
la versión
clásica y
Aristófanes
la versión
actual,
con lo que
él mismo
tendrá la
ocasión de
hacer
revisión
crítica de
su propia
obra.
Estos dos
personajes
sobredimensionados
encabezarán
sus
respectivos
colectivos.
Carles
Santos
adaptará
su
Lisístrata
a las
características
espaciales
del Teatro
Romano de
Mérida, lo
que en
cierta
forma
convertirá
a este
espectáculo
en único,
que los
espectadores
podrán
disfrutar
del 18 al
20 y del
23 al 27
de julio.
Según
señala
Antonio
Simón,
director
de
Electra,
Sófocles
nos
plantea en
la obra el
mismo
interrogante
que Brecht
planteara
siglos
después:
Si en un
mundo
malvado no
se puede
ser más
que
malvado,
¿queda
espacio
para la
bondad? La
venganza
como
método
crea la
espiral de
la
violencia.
¿Cómo
sobrevivir
en un
mundo así?
Electra,
entre el
dolor y la
poesía
Durante
los días
31 de
julio y 1,
2 y 3 de
agosto
acude al
Teatro
Romano la
versión
que José
Sanchís
Sinisterra
(inolvidable
su ¡Ay,
Carmela!)
ha
realizado
de
Electra
y que
dirigirá
Antonio
Simón,
protagonizada
por Angels
Bassas,
Mario Gas
y Vicky
Peña.
Sinisterra
y Simón
situarán
la acción
en una
época
cercana a
nuestros
días, en
el casco
viejo de
una ciudad
mediterránea
y en una
casa
antigua de
una
familia
venida a
menos.
Cuando la
ciudad se
despierta,
el canto
del muecín
se mezcla
con las
campanas
de la
catedral y
los olores
y músicas
diferentes
crean un
mundo en
cambio.
Entonces
el destino
de una
familia de
abolengo,
los
Átridas,
se decide.
Electra,
alejada y
confinada
fuera del
núcleo
familiar,
vive en un
antiguo
palomar
reconvertido
en su
vivienda.
La salida
de Egisto,
el
padrastro
usurpador,
de la casa
provoca un
día de
alegría,
las
tensiones
se liberan
y Electra
será
visitada
por sus
amigas
(coro),
hermana y
por la
figura del
poeta
bohemio
ciego
(corifeo).
El grito
de
justicia
de Electra
clama en
la ciudad.
¿Sólo las
palomas
escuchan?
La
grandiosidad
de
Spartacus
Uno de los
más
grandiosos
espectáculos
de ballet
se
presentará
por
primera
vez en
España
dentro del
marco del
Festival
de Teatro
Clásico de
Mérida y
durante
los días 7
y 8 de
agosto. El
Ballet
Clásico de
Moscú
traerá al
Teatro
Romano la
inolvidable
música de
Khachaturian
y la
revolucionaria
coreografía
de
Nataliya
Kasatkina
y Vladimir
Vasilyev,
directores
artísticos
del Teatro
Académico
Estatal de
Ballet
Clásico de
Moscú y
antiguos
miembros
del mítico
Bolshoi.
Ambos han
trabajado
en la
creación
de
Spartacus
durante
tres años.
La
producción
entera se
encuentra
bajo el
influjo de
la música.
El libreto
está
escrito en
función de
la acción
musical
coreografiada.
La
espectacular
y
grandiosa
escenografía
y el
diseño de
vestuario
son
exquisitos
y lo mismo
pasa con
la
iluminación,
de
auténtica
vanguardia
para un
ballet.
“De este
modo”,
según han
señalado
ambos
directores,
“se ha
hecho
realidad
nuestro
sueño y si
alguien
nos
preguntase
cuál es la
esencia
del
espectáculo,
todos
responderíamos
al
unísono:
la música,
la música
del gran
compositor
Aram
Khatchaturian,
al que
dedicamos
nuestro
nuevo
Spartacus en el
centenario
de su
nacimiento”.
Se trata
de un
espectáculo
que nadie
ha podido
aún
disfrutar
en nuestro
país.
Mérida,
como
tantas
veces, se
convierte
en lugar
único.
Una de las
más
grandes
formaciones
corales de
España, el
Orfeón
Donostiarra,
será el
protagonista
este año
de uno de
los
tradicionales
conciertos
que ofrece
el
Festival
de Teatro
Clásico de
Mérida. El
grupo
presentará,
junto a la
Orquesta
Sinfónica
del Teatro
Nacional
de San
Carlos
(Portugal)
un amplio
recital de
arias,
esencialmente
de Verdi.
Serán 200
artistas
delante de
las
columnas
del Teatro
Romano
para
ofrecer
una vez
más una
noche
musical
inolvidable,
el 9 de
agosto.
Antígona,
amor y
muerte
Como un
drama en
el que la
vida y la
muerte
surgen
como los
valores
más
importantes
del ser
humano se
presenta
Antígona
protagonizada
por María
Fernanda
d’Ocón y
José
Sancho,
que vuelve
al Teatro
Romano dos
años
después de
participar
en Medea
junto a
Nuria
Espert.
Durante
los días
14 a 17 y
21 a 23 de
agosto
podremos
ver la
representación
de uno de
los textos
más
hermosos
de todos
los
tiempos,
amparada
en los
textos de
Sófocles y
Jean
Anouilh.
El drama
de
Anouilh,
como
espejo de
una
sociedad,
refleja un
mundo en
el que el
hombre,
para no
corromperse,
arriesga
su vida y
llega al
extremo de
la muerte
como única
solución.
La vida y
la muerte
surgen
como los
valores
más
importantes
del ser
humano,
aunque
abordando
al tiempo
otros
temas como
el amor
fraternal
y el
respeto
por las
leyes de
la
naturaleza.
Si la IL
edición
del
Festival
se abre
con un
canto a la
paz en
estos
tiempos de
guerra y
crueldad,
el 19 de
agosto
volverá a
estar
presente
en el
Teatro
este
directo
recuerdo
que mueve
al
Festival
de Mérida
en el año
2003. La
paz como
sentido de
vida y la
negación
de la
guerra.
Llega con
un nuevo
concierto
en forma
de música
contra la
barbarie y
con el
nombre de El
concierto
de la paz,
con un
protagonista
de lujo,
Daniel
Barenboim,
que
dirigirá a
The
West-Eastern
Divan.
La
orquesta
es un
proyecto
hecho
realidad
por el
propio
Barenboim
como un
lugar en
el que
palestinos
e
israelíes
conviven
en
armonía.
Una
versión
reducida y
más
modesta de
la Utopía
imaginada
por Thomas
More,
habitada
por una
comunidad
joven cuyo
líder
(querido y
respetado)
no es un
político,
sino un
artista.
Daniel
Barenboim,
uno de los
pianistas
y
directores
de
orquesta
más
importantes
de nuestro
tiempo,
lleva
adelante
The
West-Eastern
Divan
Project,
una
orquesta
integrada
por 80
músicos
israelíes
y de los
países
árabes, de
entre 13 y
26 años.
Cuando el
taller
musical
inicia su
quinto
año,
Barenboim
ha querido
estar
presente
en el
Festival
de Mérida
para
manifestar
una vez
más su
canto a la
paz en
Oriente
Medio,
precisamente
en este
año en que
reina la
barbarie,
la guerra
y la
destrucción
de un
pueblo. Lo
hará el 19
de agosto.
Estrellas
bajo las
estrellas
Los
miércoles
del
Festival
tendrán
como
protagonista
al
Anfiteatro
Romano y
al ciclo
Estrellas
bajo las
estrellas
de Mérida,
que se
desarrollará
durante
los días
9, 16 y 30
de julio y
6, 13 y 20
de agosto.
El
Festival
inaugura
así un
ciclo de
seis
actuaciones
de grandes
actores
españoles
que
ofrecerán
una serie
de
monólogos
teatrales
de textos
clásicos
seleccionados
especialmente
para
Mérida.
Las
actuaciones
tendrán
lugar en
el
Anfiteatro
romano, en
un
ambiente
íntimo,
bajo las
estrellas
y con el
acompañamiento
de un solista
al piano,
al chelo o
a la
guitarra
en cada
caso. Se
trata con
ello de
acercar a
todos los
espectadores
la pureza
del teatro
y la
interpretación
de los
actores.
El ciclo
está
integrado
por Juan
Luis
Galiardo,
Charo
López,
Juan
Echanove,
Natalia
Dicenta,
Fernando
Guillén y
José María
Pou.
Las
suplicantes,
una
tragedia
vigente en
la
actualidad
También el
anfiteatro
será
testigo de
la obra
extremeña Las
suplicantes.
Es el
espectáculo
elegido
por la
Escuela de
Teatro y
Danza de
Extremadura
para su
estreno en
la IL
edición
del
Festival
de Mérida
y en el
marco del
Anfiteatro
Romano. Se
trata de
un montaje
que
realizará
la Escuela
como
trabajo de
fin de
estudios
de la
primera
promoción
que surge
del centro
ubicado en
Olivenza.
En versión
de Charly
Delgadillo
y bajo la
dirección
de los
profesores
Carmen
Galarza y
Paco
Carrillo,
la obra de
Esquilo
gira en
torno a la
lucha de
las
mujeres
por su
existencia
en un
entorno en
el que se
les niegan
los más
elementales
derechos.
Las representaciones
teatrales
del
Festival
de Mérida
se
complementan
con un
ciclo de
conferencias, Ciclo
Ideas,
sobre
temas
relacionados
con el
mundo
clásico.
Además
existe un
Festival
Alternativo
en el que
participan
veinte
establecimientos
de la
capital
extremeña
donde
habrá
conciertos,
actuaciones,
exposiciones
e incluso
un
concurso
de
pintura.
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