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4-3-2003 |
www.andalucia24horas.com |
Publicado
un libro
revisionista
que trata
de
"devolver
a los
mejores
emperadores
romanos
sus raíces
hispano-béticas" |
Publicado
en Sevilla
el libro
"Las
raíces
béticas de
Trajano"
(RD
Editores),
de Alicia
María
Canto,
obra que
se
inscribe
en la
línea de
investigación
revisionista
que
caracteriza
el trabajo
de esta
autora, y
en la que,
según
señaló
Canto,
"trato de
devolver a
los
mejores
emperadores
que
gobernaron
Roma
durante el
siglo II
sus raíces
hispano-béticas,
que fueron
desvinculadas
por
historiadores
sobre todo
del siglo
XVIII,
tesis que
permanecen
hasta
nuestros
días".
En rueda
de prensa,
Canto, que
indicó que
su
investigación
se ha
centrado a
partir de
textos y
fuentes
clásicas
como
Estrabón,
Apiano,
Tito
Livio,
Esteban de
Bizancio o
Ptolomeo,
señaló que
"a pesar
de que en
España
todo el
mundo
reconoce
el origen
hispano-bético,
en
concreto
de
Itálica,
del
emperador
Trajano,
el 90 por
ciento de
la
historiografía
sobre este
emperador
y sus
sucesores
más
inmediatos
desvinculan
sus
orígenes
béticos".
"En mi
obra trato
de
devolver
los
méritos
arrebatados
injustamente
a
Hispania",
aseveró.
En este
sentido,
la autora
manifestó
que en el
caso de
Trajano,
"su
familia no
procedia
del linaje
de los
Ulpia
--estirpe
procedente
de Roma--,
sino que
era un
Traius
--familia
autóctona
de
Itálica--,
es decir
una
familia de
raíz
enteramente
Turdetana,
anterior a
la llegada
de los
romanos a
la
península
ibérica".
En este
punto,
Canto
aclaró que
este hecho
"no es de
extrañar,
ya que los
romanos
eran
sinoicistas,
es decir,
que
integraban
a las
élite
autóptonas
de los
territorios
anexionados
--también
a su
población--
a sus
órganos
estamentales,
a
diferencia
de los
griegos".
A tenor de
ello, la
autora
explicó
que es a
partir del
siglo I
cuando los
hispanos,
"fundamentalmente
béticos,
lo que
denomino
como el
clan
bético",
encaminan
sus pasos
políticos
"para
suceder en
los
puestos
influyentes
y en el
trono
imperial a
las
dinastías
propiamente
romanas".
"Trajano
realizó
una
operación
política
muy
inteligente
tendente
no sólo a
alcanzar
el poder,
sino a
mantenerse
en el
mismo a
través de
su línea
sucesoria",
continuó.
Según
Canto,
después de
la muerte
del
emperador
Nerva "es
cuando
surge una
auténtica
dinastía
hispánica
en Roma y
no una
sucesión
aislada de
emperadores
como
algunos
historiadores
han
tratado de
hacernos
ver".
"Trajano
se
convertiría
en el
primer
emperador
romano
completamente
extranjero,
es decir,
de raíces
que no
procedían
de la
península
italiana",
sentenció.
DINASTIA
Así, a
juicio de
la autora,
la línea
dinástica
bética
comienza
con el
emperador
Trajano,
continúa
con
Adriano y
se
detiene,
momentáneamente,
en
Antonino
Pío, ya
que el
hijo
bastardo
de
Adriano,
Lucio
Berio I,
fallece a
temparana
edad "y
Adriano
tiene que
nombrar
regente a
una
persona no
es de su
linaje,
Antonino
Pio, pero
haciéndole
jurar que
al término
de su
reinado le
precederá
Marco
Aurelio y
Lucio
Berio II",
puntualizó
Canto.
De esta
forma, la
línea
sucesoria
continuó
con Marco
Aurelio
--familiar
de Adriano
y natural
de lo que
se conoce
como el
municipio
de Espejo
(Córdoba)--,
como
emperador,
al que le
siguió
Lucio
Berio II y
a renglón
seguido
Commodo.
Tras este
último,
Canto
señaló que
"comenzó
otra
dinastía,
esta vez
de origen
africano y
encarnada
en la
figura de
Sextinio
Severo y
en su
posterior
entronque
familiar",
si bien,
reseñó
que, "más
tarde se
retomará
la
dinastía
bética con
el último
emperador
que
gobernó
Roma como
un sólo
imperio,
Teodosio
El
Grande",
del que
dijo, "su
procedencia
la sítúo
entre la
localidad
de
Santiponce
(Sevilla)
y el
sevillano
barrio de
Triana,
después de
analizar
los textos
del poeta
Claudiano".
HISTORIADORES
DEL SIGLO
XVIII
Según
Canto, los
historiadores
europeos,
especialmente
desde el
siglo
XVIII, han
tendido en
sus
trabajos,
libros y
manuales a
"desvincular"
de su
Hispania
natal o
ancestral
a los
grandes
emperadores
del siglo
II,
considerado
como "el
mejor
siglo en
la
Historia
del
mundo",
según lo
definió el
historiador
ilustrado
Edward
Gibbon.
Para la
autora,
este hecho
se explica
en que
España a
finales
del siglo
XVII y
durante
todo el
XVIII
"seguía
siendo aún
una
potencia,
al menos
en sus
colonias
americanas,
enemiga de
países
como
Inglaterra,
aspecto
que creo
que motivó
que muchos
historiadores
ingleses,
franceses
y
alemanes,
principalmente,
eliminasen
conscientemente
estas
raíces
hispánicas".
Así, entre
estos
autores
europeos
citó a
escritores
como
"Eduard
Gibbon,
Bousset o
Lennain de
Tillemont".
AUTORA
Alicia
María
Canto y De
Gregorio,
licenciada
en
Filosofía
y Letras
por la
Universidad
de Sevilla
con Premio
Extraordinario
en 1975,
completó
sus
estudios
con ciclos
de
postgrado
en las
universidades
de Sevilla
y Santiago
de
Compostela,
doctorándose
por la
Complutense
de Madrid
con una
tesis
sobre "La
epigrafía
romana de
Itálica",
que fue
calificada
de
sobresaliente
"cum
laude" en
1983.
Además,
amplió su
formación
en
Heidelberg
(Alemania)
como
becaria de
la
prestigiosa
fundación
Alexander
von
Humboldt
y, desde
1986,
ocupa por
oposición
plaza de
profesora
titular de
Arqueología
(Epigrafía
y
Numástica)
en la
Universidad
Autónoma
de Madrid.
Asimismo,
es miembro
de la Real
Academia
de
Extremadura
(1997).
Canto y De
Gregorio
ha
publicado
varios
libros y
más de 100
artículos
científicos
en España
y el
extranjero
sobre
diversos
temas de
Arqueología,
Epigrafía
e Historia
Antigua de
la
Península
Ibérica.
Entre
ellos
estacan
los 25
artículos
dedicados
a la más
antigua y
noble de
las
ciudades
romanas de
"Hispania"
y a los
emperadores
nacidos en
ella:
Trajano y
--según
investigaciones
aún
inéditas--,
Teodosio
"El
Grande"
que lo
sitúa como
oriundo de
una zona
intermedia
entre
Triana y
Santiponce.
En la
actualidad
trabaja en
la edición
del
manuscrito
perdido
sobre
"Itálica"
(1879) del
arquitecto
y
arqueólogo
andaluz
Demetrio
de los
Ríos.
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