MÉRIDA. Hoy se representará por última vez, en el teatro romano de Mérida, «La Paz», la comedia con la que han vuelto las risas al viejo teatro emeritense, tras cuatro años de inexplicable ausencia. Esta obra fue la encargada de inaugurar, el pasado 2 de julio, la IL edición del festival. Basada en la versión libre que sobre «La Paz» de Aristófanes ha realizado Miguel Murillo, las 7 noches que estuvo en escena cosechó aplausos y vítores.

Bajo la dirección del director Juan Margallo, un elenco de 20 actores conducen a los asistentes hacía el Olimpo, para buscar la ansiada pero ficticia paz, y los hacen reír a carcajadas. Junto a la interpretación de Joaquín Kremel destacan las de Yolanda Criado como «Mixímona», la esposa de Trigeo; Russell York, en el papel de poeta ciego, o José Vicente Moirón, que hace de esclavo de Trigeo.

La siguiente representación del Festival de Teatro Clásico de Mérida es «Lisístrata», un espectáculo de Carles Santos, que se anuncia como «divertido, delirante, bello y transgresor». Estará en escena del 18 al 20, y del 23 al 27 de julio. También en esta ocasión el texto clásico elegido es de Aristófanes y nos hace reflexionar con ironía y humor sobre la paz y la guerra. En ella, Lisístrata llama a la rebelión de las mujeres para que se declaren en abstinencia sexual hasta que sus maridos dejen de guerrear. Más de ochenta personas, entre actores, músicos y cantantes, participan en esta producción de la Fundación Ciudad de las Artes Escénicas de Valencia, que combina con precisión el lenguaje musical y el plástico. Según los responsables del montaje, en él «todo fluye, nada permanece estático.