|
Por su interés,
culturaclasica.com
reproduce este
artículo
6-04-2003 |
ANTONI
CAPILLA,
EL
PERIÓDICO,
BARCELONA |
Lindsey
Davis:
"Didio
Falco
nunca
lucharía
en
Mesopotamia" |
'El mito
de
Júpiter'
es la
nueva
aventura
del
detective
de la Roma
imperial
El
reciente
descubrimiento
de los
cimientos
de un
anfiteatro
en
Guildhall,
en el
corazón
del
mismísimo
Londres, y
el
hallazgo
de los
restos de
una
supuesta
gladiadora
al otro
lado del
río
Támesis,
en
Southwark,
convencieron
a la
escritora
inglesa
Lindsey
Davis de
que tenía
los
mimbres
necesarios
para tejer
El mito
de Júpiter,
una nueva
aventura
de Marco
Didio
Falco, la
número 14
de la
extensa y
exitosa
serie
protagonizada
por este
personal
investigador
privado
situado en
la Roma
imperial.
Con estos
presupuestos
y una
trama
novelesca
bien
negra,
Davis ha
convertido
el viejo
Londinium
"en una
tierra de
pioneros
en la que
no faltan
ni los
empresarios
ni las
tramas
mafiosas".
Asesinatos,
conspiraciones
y
secuestros
son
algunos de
los
crímenes
que Falco
afronta en
la misión
que le
toca vivir
en
Britania.
"Los
arqueólogos
aseguran
que
Londinium
fue una
ciudad
dinámica
con mucha
actividad
comercial
y con
pioneros
que, como
en el
lejano
Oeste,
venían a
probar
fortuna.
De lo que
todavía no
se han
encontrado
evidencias
es de que
existieran
clanes
mafiosos.
Ésa es mi
pequeña
aportación",
bromea
Davis.
RETRATO
CRÍTICO
La novela,
tras la
anécdota
meramente
delictiva,
esconde un
crítico
retrato de
lo que fue
la
romanización
de
Britania.
"Los
romanos
siempre
nos vieron
como una
tierra
lejana y
bárbara
que debía
ser
conquistada.Los
baños y
los demás
placeres
que
exportaron
eran meros
entretenimientos
para que
los
conquistados
se
consideraran
parte del
imperio",
asegura.
Una
situación
que guarda
paralelismos
con la
colonización
norteamericana.
Eso sí,
"Falco
nunca
lucharía
con su
legión en
la lejana
Mesopotamia",
dice, en
alusión a
la
civilización
que se
situaba en
lo que hoy
es Irak.
Lindsey
Davis fue
una de los
primeros
autores de
novela
histórica
en
centrarse
en la
antigua
Roma.
Desde que
en 1989
publicara
el
arranque
de la
serie,
La plata
de
Britania,
otros han
probado
fortuna en
el género,
como el
mismísimo
Valerio
Manfredi,
autor de
Aléxandros,
que acaba
de
publicar
La
última
legión.
Davis no
se
identifica
con las
etiquetas:
"Mi obra
es un
híbrido
entre la
novela
negra y la
histórica,
porque no
soy muy
amante de
las
fórmulas.
Si me
aburren a
mí, pueden
aburrir a
los
lectores".
La
decimoquinta
entrega,
Los
acusadores,
está a
punto de
ser
publicada
en
Inglaterra
y la
autora
promete,
"por
obligaciones
contractuales",
dos libros
más como
mínimo.
Luego,
Davis se
propone un
cambio de
registro.
"Quiero
demostrar
que soy
una buena
escritora.
Y no es
que no
disfrute
con este
género.
¡Cómo
podría no
hacerlo en
compañía
de un
hombre tan
perfecto
como el
bueno de
Falco!",
dice. |
|
|