ROMA.
Aunque
los
arqueólogos
no están
completamente
seguros,
los
fragmentos
de pared
polícroma
y yeso
encontrados
sobre el
pavimento
pueden
suponer
la
totalidad
de las
dos
obras,
destruidas
completamente
por los
ladrones
en el
intento
de
robarlas.
El acto
de
vandalismo
tuvo
lugar
durante
la noche
del
viernes
al
sábado,
aprovechando
la
escasa
vigilancia
y los
frecuentes
fallos
de las
cámaras
fijas.
Los
delincuentes
destruyeron
una
escena
cuadrada
de medio
metro de
lado en
el
centro
de una
pared
que
representaba
peces y
frutos,
con un
gallo
que
picoteaba
una
manzana.
En la
habitación
contigua
lograron
arrancar
un
medallón
redondo,
de 33
centímetros
de
diámetro,
que
representaba
un
amorcillo.
Los
frescos
habían
sido
datados
entre el
año 45 y
el 79 de
nuestra
era. La
Casa de
los
Castos
Amantes,
así
llamada
por una
escena
en que
se besan
dos
asistentes
a un
banquete,
estaba
abierta
sólo a
los
especialistas,
y las
dos
salas
saqueadas
se
encontraban
todavía
en fase
de
excavación.
La casa
es muy
conocida
desde su
descubrimiento,
hace
dieciséis
años,
precisamente
porque
la
erupción
volcánica
interrumpió
el
trabajo
de los
artistas,
lo cual
permite
observar
las
distintas
etapas y
técnicas
en la
elaboración
de
frescos
del
cuarto
estilo
pompeyano.
La
edificación
también
es
famosa
por la
recostrucción
de su
rico
jardín
botánico,
gracias
a un
análisis
de las
raíces
de las
diversas
plantas,
árboles
y flores
identificadas
en la
tierra
del
extenso
patio y
de las
semillas
encontradas
en el
pórtico.