La sala Triángulo repone «Ulises
(mardito Lavapié)», de Alfonso Pindado, un hilarante viaje al corazón
del barrio
Redacción - Madrid.-
Ulises, iracundo, como el moro Otelo, Ulises el que mata uno a uno a todos
los pretendientes de Penélope, el que viaja durante años hasta llegar a
Ítaca... No se preocupen, en «Ulises (mardito Lavapié)» sólo queda del
mito homérico el nombre del protagonista, el hecho del viaje ¬aquí noctámbulo,
«noctívago» y «nocherniego», como buen madrileño, que diría Umbral¬
y un guiño lejano a aquel clásico. Porque viajar por Lavapiés puede ser
una auténtica «odisea». Por lo demás, lo de matar, lo que se dice
matar, como no sea de risa... Alfonso Pindado, director de la sala Triángulo,
es además el autor del texto, un viaje iniciático al corazón de una de
las zonas más genuinas de la capital. Y a la vez, uno de los barrios más
abiertos. La inmigración y la globalización son algunos de los temas de
actualidad que Pindado y Raül Pere (quien dirige el montaje) abordan en
esta comedia protagonizada por José Luis Checa y Juan Alberto Rodríguez,
entre otros intérpretes. De la tragedia plagada de seres mitológicos como
cíclopes y amazonas, Pindado pasa a un recorrido en el que moros,
prostitutas y otros habitantes del barrio se van cruzando en el camino del
protagonista.
El Ulises que proponen los integrantes de la compañía
Triángulo es un habitante del barrio que un buen día ¬o una buena noche,
o quizás no tan buena¬ sale a comprar una barra de pan para la cena. Nada
más difícil, pues el pobre hombre se irá cruzando con todo tipo de
personajes. Cuando Ulises pasa por la Taberna del Cachalote, ya no habrá
marcha atrás. Como él dice, irá dando «trampalantranes» de un lado a
otro, movido como un muñeco por las circunstancias. De la taberna, a la cárcel,
el puticlub, el hospital... A Ulises le darán las primeras luces: ha
pasado la noche sin lograr llegar a su casa, como si se tratara de un
remedo «made in Lavapiés» de aquella «Jo, qué noche».
En realidad, las referencias de la compañía son más
literarias: desde la propia «Odisea», a la que rinden un evidente
homenaje, hasta «Luces de Bohemia», de Valle-Inclán. De este último,
Pindado demuestra haber tomado el gusto por el esperpento, que salpica cada
rincón de esta aplaudida obra, estrenada el año pasado, y que, vista la
buena acogida, ahora regresa al cartel de la sala (ahora, de jueves a
domingo, a las 20: 30 h.).
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