Estrena
hoy
en
el
Festival
de
Otoño
su
versión
reducida
de
«Pentesilea»
Peter
Stein |
C.
David
Carrón
-
Madrid.-
La
última
aventura
escénica
del
renombrado
Peter
Stein,
que
aglutina
en
su
curriculum
desde
la
dirección
del
Festival
de
Salzburgo
a la
puesta
en
escena
de
un
«Fausto»
que
duró
más
de
24
horas,
se
estrena
en
el
Teatro
de
Madrid
en
su
versión
para
teatro
cerrados
(a
la
italiana),
tras
haber
pasado
por
coliseos
al
aire
libre
como
Mérida
o
Epidauro.
«
Pentesilea
es
una
adaptación
del
texto
de
Heinrich
von
Kleist
muy
complicada
desde
el
punto
de
vista
de
la
dramaturgia»,
señala
el
director
alemán,
que
se
ha
atrevido
con
un
texto
considerado
irrepresentable
durante
mucho
tiempo.
Pentesilea
es
la
reina
de
las
amazonas,
una
comunidad
integrada
por
mujeres
que
renunciaron
al
sexo
por
placer
y
que
capturaban
a
los
hombres
cuando
deseaban
reproducirse.
El
conflicto
comienza
cuando
Pentesilea
se
enfrenta
a
Aquiles
y
surge
el
amor
entre
ellos:
«El
autor
habla
de
los
mitos
de
una
manera
que
antes
no
se
había
hecho.
Alude
por
ejemplo
al
enamoramiento
de
Pentesilea
por
Aquiles
y no
al
revés,
como
estaba
señalado
en
la
leyenda
griega».
La
obra
es
además
una
lucha
por
la
posesión
del
otro
en
la
pareja
que
acaba
en
el
canibalismo.
El
director
introdujo
un
coro
de
30
amazonas
para
hacer
más
dinámico
el
ritmo
de
la
pieza,
además
de
para
llenar
los
grandes
escenarios
al
aire
libre,
que
ahora
se
ve
obligado
a
reducir
a
doce
para
su
gira
en
teatros
convencionales:
«En
Mérida
teníamos
700
metros
cuadrados,
aquí
100.
Creo
que
aquí,
la
intensidad
del
trabajo
de
los
actores
va a
compensar
la
espectacularidad
del
montaje».
Pasión
desmesurada
El
montaje
surgió
de
la
iniciativa
de
la
actriz
italiana
Maddalena
Crippa,
protagonista
del
montaje
y
esposa
del
director:
«Me
interesaba
tanto
este
personaje
porque
es
una
mujer
que
expresa
sus
pasiones
con
desmesura
en
un
tiempo
en
que
las
emociones
parecen
estar
prohibidas»,
señaló
la
italiana,
quien
ve
directamente
relacionado
el
texto
de
Kleist
con
la
actualidad:
«Siento
un
cortocircuito
cada
vez
que
leo
en
la
Prensa
los
asesinatos
de
mujeres
a
manos
de
sus
maridos,
de
padres
a
manos
de
sus
hijos.
Entonces
pienso
que
hay
algo
torcido
en
nuestra
sociedad
y
siento
nostalgia
de
no
poder
compartir
nuestro
dolor
con
otras
personas,
como
pudo
hacerlo
Pentesilea.
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