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4
de octubre
de 2002 |
La
Razón,
Madrid |
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La
reforma
educativa
supera su
primer examen |
El
PP rechaza
en solitario
las
enmiendas de
totalidad en
una votación
en la que CC
se abstiene
Pilar del
Castillo
lamenta el
«súbito»
giro de CiU
y defiende
la
constitucionalidad
y el apoyo
social al
proyecto de
ley
El
proyecto de
Ley de
Calidad de
la Enseñanza
superó ayer
su primer trámite
parlamentario
con el
rechazo en
el Pleno del
Congreso de
las diez
enmiendas
presentadas
por los
grupos de la
oposición.
La ministra
de Educación,
Pilar del
Castillo,
defendió la
plena
constitucionalidad
de una
reforma de
la que
destacó su
amplio apoyo
social y su
adecuación
al Estado
autonómico
y de la que
garantizó
que tendrá
la
financiación
adicional «que
sea
necesaria».
La oposición
en general
lamentó el
retroceso en
los derechos
educativos,
la ruptura
del
consenso, la
invasión
competencial
y la lasitud
inversora,
razones que
han motivado
unas
enmiendas
que fueron
rechazadas
por la mayoría
del PP y en
las que CC
se abstuvo.
Mar
Villasante -
Madrid.-
El primer
debate de la
Ley de
Calidad
transcurrió
sin
imprevistos
y las
enmiendas a
la totalidad
presentadas
por los
grupos de
oposición
fueron
rechazadas
con la mayoría
del PP,
mientras que
CC optó por
la abstención
para
trasladar al
Gobierno su
disconformidad
con el
articulado y
su exigencia
de que
introduzca
mejoras,
explicó el
diputado
canario José
Carlos
Mauricio.
La
ministra de
Educación,
Pilar del
Castillo,
justificó
el proyecto
de ley en la
necesidad de
prevenir y
combatir el
fracaso
escolar,
flexibilizar
el sistema
educativo,
incentivar
la cultura
del esfuerzo
y buscar la
integración
de todos los
alumnos. De
ahí una
reforma que
equiparó a
las
emprendidas
en la Unión
Europea y
que sustentó
en los malos
resultados
de España
dentro de
los análisis
internacionales.
En
este
contexto,
quiso
defender los
itinerarios
y los
programas de
iniciación
profesional
como fórmulas
para «sumar
la calidad a
la
universalidad
en un modelo
flexible» y
destacó la
eliminación
de la
promoción
automática
y la «reválida»
como
factores que
contribuyen
a la cultura
del
esfuerzo.
Pero
ante todo,
la ministra
quiso
remarcar que
se trata de
un proyecto
plenamente
constitucional
donde la
administración
central y
las autonomías
tienen
perfectamente
delimitadas
sus
competencias.
Y que ha
sido fruto
del debate
«de todos
los que han
querido
contribuir
positivamente»
a encontrar
soluciones.
En este
punto, lanzó
un mensaje a
CiU para
lamentar «con
enorme pesar»
que
intereses
diferentes a
la Educación
se hayan
antepuesto a
las
aproximaciones
alcanzadas.
Del
Castillo
subrayó
además que
la inversión
educativa
desde 1996
ha tenido un
saldo
significativamente
superior al
de la
primera
mitad de los
años 90 y
garantizó
que la
reforma
tendrá la
financiación
adicional
que el
Consejo de
Política
Fiscal y
Financiera
considere
necesaria.
Una
supuesta
disminución
del gasto público
y la falta
de una
memoria económica
fueron dos
de los
argumentos
esgrimidos
por la
diputada
socialista
Carme Chacón
para
defender la
enmienda a
la totalidad
y el texto
alternativo
presentado
por su
grupo. El
PSOE criticó
un proyecto
que rompe «todos
los
consensos»
y recorta
los derechos
de
escolarización,
a la vez que
consagra «derechos
para la enseñanza
privada y
obligaciones
para la pública».
Chacón acusó
a la
ministra de
gobernar «de
espaldas a
las
comunidades
autónomas»,
que obtienen
«el
rechazo, el
ninguneo y
la
descalificación»
cuando
esperan su
cooperación.
El
parlamentario
de CiU Jordi
Martí
explicó que
su grupo ha
optado
finalmente
por una «confrontación
política
que no
queremos»
porque el
Gobierno se
ha resistido
a eliminar
los puntos
del texto
que suponen
«una clara
amenaza al
ejercicio de
las
competencias
autonómicas».
«Los
encuentros
han dado más
o menos
frutos pero
las
cuestiones
competenciales
nunca van a
ser moneda
de cambio de
nada»,
sentenció
Martí, para
quien el
texto
refleja una
«nueva
secuencia
del ímpetu
centralizador»
del
Gobierno.
La
diputada de
IU Marisa
Castro
reprochó
que se
recurra a la
calidad como
un «señuelo
para una
reforma
regresiva».
Con críticas
al refuerzo
de la enseñanza
privada y de
la
asignatura
de Religión,
Castro
advirtió de
que «la
escuela no
es un
aparcamiento
de niños»
y abogó por
una igualdad
de
oportunidades.
José
Juan González
de Chávarri,
del PNV,
enfatizó en
la falta de
respeto al
principio de
igualdad de
oportunidades
y en la
vulneración
de las
competencias
autonómicas,
al tiempo
que aprovechó
para
denunciar la
«censura y
manipulación»
de los análisis
del INCE que
sitúan al
sistema
vasco como
el mejor del
Estado. Los
seis
representantes
del Grupo
Mixto (ERC,
CHA, BNG,
IC-Verds, EA
y PA)
coincidieron
en la invasión
competencial
del proyecto
y en su carácter
segregador.
Al
debate
acudieron
como
invitados
miembros de
la
plataforma
en defensa
de la enseñanza
pública ¬que
también
protagonizaron
una pequeña
concentración
a las
puertas del
Congreso¬,
así como de
organizaciones
que se han
manifestado
a favor de
la Ley de
Calidad.
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