El
Capitolio, la
más famosa
de las siete
colinas de
Roma, se
convertirá el
próximo año
en un gran
espacio
cultural y
museístico
centrado en
la Historia
de la Ciudad
Eterna, tras
un ambicioso
proyecto de
reforma por
parte del
municipio.
Este
plan supone
crear un
nuevo polo
cultural a
través de la
ampliación y
la renovación
de las
actuales
instalaciones,
según explicó
la directora
del Museo
Capitolino
-que alberga
un total de
cinco
recintos
expositivos-,
Anna Mura
Sommella.
El
propio Museo
Capitolino, creado
en 1471 por
el papa Sixto
IV y por
tanto uno de
los primeros
del mundo,
continuará
siendo el eje
principal del
recinto.
Será
en el Palacio
del Senado
donde el
visitante se
lleve la
primera
sorpresa, ya
que se
habilitará
un pequeño
pero
significativo
museo en la
parte
superior del
edificio, que
mostrará la
historia del
Capitolio.
Otro
edificio, el Palacio
de la
"Avvocatura",
será
utilizado,
como moderna
sala de
exposiciones
y como centro
de
convenciones.
La
que fuera
sede del
Instituto
Alemán de
Arqueología
conservará
su completa
biblioteca
pero al mismo
tiempo servirá
de sede para
exposiciones
temporales y
abrirá las
puertas de
sus jardines.
Es
en este
espacio verde
donde se
realizará
una de las
reformas más
importantes,
ya que será
cubierto por
una gran
cristalera y
servirá de
marco a una
exposición
sobre la
Historia de
Roma desde la
edad de
bronce hasta
el S.VI a C.
El
proyecto prevé
trasladar a
su
emplazamiento
original la
estatua
ecuestre de
Marco
Aurelio, que volverá
a tomar la
posición que
ocupó en
1538,
cuando el
papa Pablo
III la colocó
en el centro
de la plaza
del
Capitolio,
frente al
edificio que
ahora es sede
del
Ayuntamiento
de la
capital.
Además,
todo el
recinto estará
comunicado
por
corredores
subterráneos
y galerías
cubiertas, de
manera que se
facilite al
visitante el
recorrido y
el acceso a
los
diferentes
salas.