La
construcción
de
un
aparcamiento
deja
al
descubierto
restos
del
siglo
II
F.
PÉREZ
MONGUIÓ
|
Cádiz
El
subsuelo
de
Cádiz
ha
vuelto
a
dejar
al
descubierto
restos
arqueológicos
que
documentan
un
nuevo
episodio
formidable
de
los
3.000
años
de
historia
de
la
ciudad
más
antigua
de
Occidente.
El
nuevo
hallazgo
está
haciendo
las
delicias
de
los
arqueólogos,
que
no
ocultan
su
sorpresa
por
el
considerable
tamaño
de
una
villa
romana,
correspondiente
a
los
siglos
II
y
III,
en
una
zona
en
la
que
sólo
se
habían
recuperado
hasta
ahora
abundantes
vestigios
de
una
gran
necrópolis.
La
delegación
de
Cultura
de
la
Junta
dirige
desde
el
pasado
mes
de
septiembre
estas
excavaciones
de
urgencia
que
pueden
proporcionar
muchos
datos
sobre
el
esplendor
del
Gades
romano.
La
villa
romana
ha
visto
la
luz
a
una
cota
de
2,5
metros
de
profundidad
en
el
solar
de
los
antiguos
Cuarteles
militares
de
Varela
donde
se
construirá
un
aparcamiento.
La
villa
destaca
por
sus
grandes
dimensiones.
Nunca
antes
se
había
encontrado
una
estructura
de
estas
características,
con
40
metros
de
longitud,
integrada
por
varias
habitaciones,
de
las
que
hasta
el
momento
se
han
excavado
tres,
así
como
un
atrio
porticado
en
el
que
se
aprecian
los
sillares
que
soportarían
las
columnas
que
debían
sustentar
la
cubierta
de
la
casa.
Los
especialistas
han
localizado
además
en
la
zona
norte
de
esta
edificación
una
gran
piscina
con
escalinata
de
forma
cuadrada,
de
unos
seis
metros
de
largo,
con
dos
canalizaciones
que
conducen
hacia
la
zona
del
atrio.
Al
este,
hay
otro
recinto
con
un
mosaico,
con
lados
de
cuatro
y
tres
metros
de
longitud,
integrado
en
un
pavimento
de
teselas
de
mármol
incrustadas
que
forman
motivos
geométricos.
Junto
a
estos
vestigios,
se
encuentran
dos
cisternas
de
las
que
se
conservan
los
pavimentos
y
parte
de
los
alzados.
Se
trata
tan
solo
de
los
restos
hallados
en
una
primera
fase
de
la
excavación,
por
lo
que
los
arqueólogos
sostienen
que
el
desarrollo
de
los
trabajos
en
las
próximas
semanas
permitirá
avanzar
en
el
conocimiento
de
la
villa
romana.
'Determinaremos
con
exactitud
su
funcionalidad,
posiblemente
con
uso
agrícola
o
pesquero,
sus
dimensiones
y
su
fecha
exacta',
explica
uno
de
los
arqueólogos
que
dirigen
las
excavaciones
de
urgencia.
Los
restos
encontrados
se
encuentran
en
muy
buen
estado
de
conservación,
pese
a
que
los
técnicos
advierten
de
que
durante
la
construcción
de
las
instalaciones
militares
que
sepultaron
esta
zona
en
la
década
de
los
años
30
se
debieron
perder
abundantes
vestigios.
La
estructura
de
la
villa
romana
ha
sido
hallada
en
una
zona
donde
se
han
localizado
en
el
pasado
abundantes
restos
que
documentan
una
gran
necrópolis.
De
hecho,
junto
a
la
villa
han
aflorado
dos
enterramientos
de
inhumación
en
fosas
simples,
una
con
cubierta
de
lajas
de
piedra
ostionera,
sin
ajuar,
que
se
corresponden
con
la
época
tardopúnica
de
los
siglos
II
y
I
antes
de
Cristo.
Hay
además
otros
tres
enterramientos
de
incineración
de
la
época
romana
en
solo
dos
tumbas.
Una
de
ellas
dispone
de
dos
urnas
de
cerámica
depositadas
en
una
fosa
señalizada
con
una
estela
de
piedra
ostionera
revestida
de
un
enlucido
de
cal,
y
la
segunda
está
compuesta
por
una
caja
que
contiene
otra
urna
cerámica.
Con
todo,
todavía
no
está
confirmada
la
relación
entre
estos
enterramientos
y
la
villa.
Los
técnicos
pretenden
despejar
ésta
y
otras
dudas
con
los
nuevos
restos
que
esperan
encontrar
cuando
las
excavaciones
alcancen
los
cuatro
metros
de
profundidad,
que
es
la
cota
que
alcanzará
el
aparcamiento.
Este
hallazgo
se
suma
a
otros
recientes
que
han
certificado
el
asentamiento
de
numerosas
civilizaciones
en
la
ciudad
de
Cádiz.
La
confirmación
de
los
3.000
años
de
historia
llegó
hace
unas
semanas
cuando
se
documentó
la
presencia
de
indígenas
en
el
final
de
la
Edad
de
Bronce
Tardía,
en
el
siglo
XIX
antes
de
Cristo,
así
como
de
una
civilización
fenicia
arcaica
en
el
VIII
a.d.C.,
gracias
a
reductos
prehistóricos
de
arcillas,
cerámicas,
óseos,
y
de
la
estructura
de
una
cabaña.
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