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El Mundo, Madrid, La aventura de la historia, nº 44

El hispano que venció a los dacios

Hace 19 siglos, las guerras contra los dacios fueron la respuesta de Trajano al peligro que suponía la única potencia europea con capacidad para rivalizar con Roma.

En el año 98 d.C., tras una crisis de Estado desencadenada por el asesinato de Domiciano, el último representante de la dinastía Flavia, y el efímero gobierno civil del anciano C. Coceyo Nerva, subió al poder un representante de la aristocracia provincial romana, M. Ulpio Trajano, nacido en la hispania Itálica, precedido del prestigio de una brillante carrera militar.

Como "vir militaris", Trajano, desde los comienzos de su reinado, manifestó un interés primordial por el fortalecimiento y la ampliación de las fronteras romanas. Por última vez en la historia del Imperio, este programa comportó una política exterior agresiva, de fines imperialistas, cuyo primer objetivo apuntó al Bajo Danubio, contra las tribus dacias, única potencia europea de la época con capacidad para rivalizar con Roma.

Se ha especulado mucho sobre las causas de las guerras dácicas de Trajano. Las fuentes literarias antiguas cargan el acento sobre la intención del emperador de reafirmar la "maiestas" de Roma, tras la vergonzosa tregua del año 89. Sin duda, existieron poderosas razones de orden político-militar, pero no menos importantes fueron las motivaciones económicas.

José Manuel Roldán, catedrático de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid, describe en este número la crónica de aquellas prodigiosas campañas militares. Su trabajo se completa con un artículo del historiador italiano Fausto Gianfranceschi sobre la "Columna Trajana" (que relata las campañas del emperador romano en Dacia), uno de los "libros de Historia" más fascinantes de todos los tiempos, y con un detallado desplegable, que recrea pormenorizadamente sus doscientos metros de altura y veinticuatro de sus escenas.


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