Comienzan las obras del
polémico edificio junto al Acueducto de Segovia
Las máquinas comenzaron este viernes la limpieza y
excavación en un solar junto al Acueducto de Segovia, un monumento declarado
por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, que forma parte de la polémica
construcción paralizada en 1983 por el entonces gobierno socialista, aunque
pertenece a otra propiedad diferente.
L D (EFE) El pasado nueve de abril, el
Ayuntamiento de Segovia, gobernado por UC-CDS y el PP, concedió una prórroga
de seis meses para reiniciar las obras de construcción en el polémico
edificio y en el solar adjunto, ya que el anterior permiso había vencido días
antes sin que se hubieran reanudado los trabajos.
Por un lado, la construcción paralizada hace 19 años pertenece a la empresa
Inmobiliaria Promotora García (Inprogarsa), de la que aún permanece en pie
el esqueleto de hormigón, después de que la Junta de Castilla y León
expropiara y derribara las últimas plantas por impedir la visión del
monumento romano.
A su lado hay un terreno de unos 200 metros cuadrados de superficie,
propiedad de Ramón Marinas Gómez, donde no se llegó a levantar ninguna
construcción y que es en la zona en la que se trabaja ahora, la más próxima
al acueducto, donde se construirán dos plantas y sótano, que se dejarán diáfanas,
para incorporarse al proyecto del edificio de al lado, previsiblemente para
hotel.
Según la Ley de Urbanismo, ni Inprogarsa ni Ramón Marinas pueden pedir más
prórrogas, al autorizarse solo una, por lo que los trabajos tienen un plazo
máximo de comienzo hasta el mes de octubre. En junio de 2001, el
Ayuntamiento de Segovia, gobernado en coalición por UC-CDS y el PP, concedió
licencia de obras para construir dos y tres plantas sobre rasante en este
inmueble propiedad de Inprogarsa y en el solar de Ramón Marinas, paralizado
por el Ministerio de Cultura del entonces Gobierno socialista.
Después de que la Junta de Castilla y León renunciara a la expropiación
definitiva del inmueble, el Ayuntamiento de Segovia aprobó, en 1997, un
convenio con los promotores, modificando la ordenanza urbanística y
permitiendo el uso hotelero, además del residencial, en lo que queda del
inmueble y en el solar en el que aún no se habían iniciado las
edificaciones.
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