ATENAS. El recorte de personal del Museo Británico,
que afectaría a un 27 por ciento de los expertos en conservación de antigüedades,
según ha confirmado el director del Instituto británico de Expertos en
Conservación, David Leigh, da nuevos argumentos a Grecia para que les
devuelvan los mármoles del templo de la Acrópolis de Atenas. Leigh aseguró
a un periódico ateniense que «los frisos del Partenón no están en peligro,
pero otras piezas, con el tiempo, correrán el riesgo de deterioro debido a
los recortes». Sin embargo, existe un precedente: hace dos años se
denunciaron los métodos erróneos de conservación utilizados por los británicos,
que destruyeron en parte los frisos. Esas piezas fueron extraídas del templo
-de más de 2.500 años de antigüedad- y llevadas ilegalmente a Gran Bretaña
en 1816 por el entonces diplomático británico Lord Elgin. La larga disputa
entre el Gobierno griego y el Museo Británico se ha convertido en «asunto
nacional» desde la década de los años 80, con Melina Mercuri en primera
fila. El argumento británico se basaba en que Grecia no contaba con un lugar
adecuado ni con expertos para cuidar piezas que son patrimonio cultural
universal. La decisión, después de 20 años de deliberaciones, de construir
un nuevo museo de la Acrópolis, en Makriyanis, enfrente del monumento histórico,
ha dado a los griegos nuevas armas para recuperar lo que claman como «suyo».
Intercambio con Londres
Según ha declarado a Efe el
presidente de la Organización para la Construcción del Nuevo Museo de la Acrópolis,
Dimitris Pandermalis, el edificio estará listo en 2004. En una de sus tres
plantas se creará una sala especial para albergar los frisos auténticos del
Partenón, bajo condiciones de máxima precisión científica. El nuevo museo
será obra del arquitecto franco-suizo Bernard Tschumi, en colaboración con
su colega griego Mijalis Fotiadis, y tendrá un coste de 455 millones de
euros. Incluso dispondrá de una vista panorámica de la Acrópolis mediante
una estructura en parte de cristal. El Ministerio de Cultura griego ha
contratado a 50 nuevos expertos en conservación que se dedicarán a restaurar
este verano la estatua de Hermes de Praxitelis, en el museo de la Antigua
Olimpia. Pandermalis declaró que las presentes circunstancias constituyen «un
buen momento, después de un diálogo constructivo, para que se ponga en
marcha un intercambio de piezas arqueológicas con Londres, dentro de un nuevo
espíritu en Europa, en el que los británicos se muestran abiertos». La
propuesta de Grecia sería que los frisos del Partenón pudieran viajar a
Grecia en 2004 y a cambio, ofrecer exposiciones de colecciones de antigüedades
renombradas para ocupar el puesto de los mármoles en el Museo Británico, un
modelo que ya han puesto en práctica Italia y Alemania. «Se trata de una
propuesta que funcionará en beneficio de ambos países, gracias a la que
ambos pueblos podrán ver reliquias de valor cultural incalculable», concluyó
Pandermalis.